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La estrella de Iowa, Caitlin Clark, ha decidido dar el salto a la WNBA después de una carrera universitaria impresionante. Con un promedio de 32.2 puntos y 8.7 asistencias por partido, Clark ha dejado su huella en la historia del baloncesto universitario femenino al superar el récord de puntos de Kelsey Plum.

Su decisión de declararse elegible para el draft de la WNBA llega en un momento clave, con solo un partido restante en la temporada regular y con Iowa aspirando a lograr grandes objetivos. A sus 22 años, Caitlin deja atrás una temporada de elegibilidad en Iowa para unirse a la WNBA, donde seguramente se unirá a Aliyah Boston, la selección número uno del draft de 2023 y Novata del Año, en el Indiana Fever.

A pesar de no haber logrado un campeonato de la NCAA con los Hawkeyes, Clark ha sido una fuerza dominante en la cancha y ha sido reconocida como la Jugadora Nacional del Año en 2023. Su decisión de dejar Iowa antes de su temporada senior muestra su determinación de enfrentar nuevos desafíos en la WNBA.

Con la temporada regular llegando a su fin, Clark se prepara para liderar a los Hawkeyes en un partido crucial contra Ohio State, que definirá su posición final y le dará la chance de romper el récord anotador de la NCAA, ya rompió la marca femenina, ahora va por la cifra máxima de varones.

Clark buscará el salario máximo de la WNBA: en su primer año, eso son 74000 dólares, y eventualmente puede llegar hasta unos 250000. Muchos han especulado que aceptará un recorte salarial de lo que gana en la universidad, dado que sus acuerdos de NIL con marcas importantes, incluidas Nike y Gatorade, podrían ascender a un estimado de 900.000 dólares.