China 2019 - Cuartos de Final

¡Argentina está en semifinales! Bajó a Serbia, el gran candidato: 97-87

11:25 10/09/2019 | El equipo de Sergio Hernández hizo un partido espectacular de principio a fin y metió el gran batacazo bajando al candidato número uno al título. Campazzo, la figura.

El festejo alocado del equipo argentino, merecidísimo (Foto FIBA)

Hasta este martes 10 de setiembre, todo había salido muy bien para Argentina. Invicta en su grupo, jugando bien, con jerarquía, con compromiso, con solidaridad, con la Marca Argentina. Primera de grupo, sin derrotas tampoco al finalizar la segunda ronda, con el pase olímpico a Tokio antes de jugar los cuartos. ¿Qué más podía pedir? Pero enfrente estaba Serbia, la talentosa y poderosa Serbia. Sin embargo, se volvió a hacer historia. Argentina le ganó 97-87 repleta de convicción con un puñado de figuras sobresalientes: Campazzo, primero, con 18 puntos y 12 asistencias, demostrando que en FIBA nadie lo supera; Scola, el eterno, con 20 puntos, varios en el momento clave; Garino, otro bestia que le dicen que tiene que defender a King Kong y le saca las bananas de la mano; Deck, que con su metro noventa y ocho hasta se permitió defender a Jokic; y Vildoza, que esperaba una noche así hace rato y se le dio hoy. ¡Cuántas veces repetiría que pase esto siempre! Argentina está en las semifinales del mundo, otra vez.

En la primera mitad Argentina rozó por momentos la perfección de lo que puede hacer como techo. Salvo por el comienzo accidentado por las faltas pitadas, alguna técnica y el nerviosismo, lo demás lo hizo todo bien, incluso durante esos momentos. Campazzo hizo lo que quiso desde la base, controó el ritmo con el que quería que se jugara y se encontró con compañeros inspirados desde lejos, que la metieron con una efectividad pasmosa. Así sacó 12-4 rapidito, aunque la ventaja se esfumó porque esas faltas cobradas al principio, sobre todo las 2 de Delía, hicieron que Hernández tuviera que mandar temprano a Gallizzi a la cancha y hasta tuviera que improvisar a Deck para defender a Jokic, el hombre que marcaba la diferencia ante un Bogdanovic más controlado por Garino. 

Los serbios igualaron en 16 y llegaron a pasar al frente, pero nunca con consistencia. Lo mejor de Argentina fue que no se cayó con la salida de Campazzo y encontró al fin al enorme tirador que es Luca Vildoza, para retomar una diferencia de 8 en varias oportunidades. Argentina defendía bien la primera línea presionando el balón y su problema era cómo hacer con Jokic. Porque Scola también tenía 2 faltas y Gallizzi 3. Una vez que recibía en el poste bajo, doblarlo agresivamente era seguir sumando faltas y en el uno contra uno no había como pararlo. Se buscó liberar algo más a los tiradores menos confiables, como Jovic o Simonovic, además de intentar que no le llegara el balón tan fácil cerca del cesto. Salió y no, pero el resultado tras 20 minutos fue más que bueno, más allá del 8-25 en los rebotes. La defensa permitió provocar 10 pérdidas y anotarle 54 a un Serbia con talento suficiente para darlo vuelta, aunque el partido contra España había dejado cicatrices.

En el tercer todo bajó un cambio. La defensa serbia ajustó sobre los tiradores (1/5 triples Argentina), los de Hernández perdieron muchos balones que no habían perdido antes y, lógicamente, se modificó la dinámica del juego. No era normal un 54-49 en 20 minutos. De todos modos, Argentina mejoró defensivamente en su tablero, y los errores no le costaron tanto, aunque no pudo controlar a Bjelica, la mejor arma que tuvo Serbia en el período para terminar el cuarto solo a 1 (68-67). Parecía que todo iba a ser muy emocional en los últimos 10 minutos. Y lo sería. 

Serbia se fue arriba con un triple de Guduric apenas comenzado el juego y podía pensarse que el esfuerzo había llegado hasta ahí, pero no. Había mucho corazón todavía en el plantel argentino. Garino tuvo dos apariciones monumentales con tiros largos, Campazzo un bombazo de 3 y otra vez Argentina sacó 4, con 7 minutos en el reloj, y sin cometer faltas, contra 4 de Serbia, que no podía desnivelar ahora con Jokic, bien defendido por Scola y obligado a desprenderse del balón cuando intentaba ir al cesto. 

Cómo decir lo que pasó en el último cuarto. Cómo decirlo. Ver a Scola correr y anotar como cuando tenía 22 y en Indianápolis explotó como jugador. O ver a Deck defender a gigantes como si midiera 2,20. O a Lapro y Vildoza y Campazzo ser dueños de un partido memorable. Cómo decirlo. Argentina sacó 11 a 3m17s del final (87-76) y tenía la semi ahí. Serbia puso la victoria en duda con una bomba de Bogdanovic que achicó la diferencia a 6, pero la mente argentina estaba demasiado alta como para permitirse perder un partido imposible. Entonces apareció Campazzo con un golazo y Deck con un robo y volcada que sentenciaron el juego. Fue 97-87, pero el resultado final no importa. Importa que, como dijo hace poco Scola, esta Argentina lo hacía acordar de la previa de Indianápolis, cuando vencieron al gigante Estados Unidos por primera vez en la historia y llegaron a la final. Ahora bajaron al gigante Serbia y están en semis, esperando por el ganador de Estados Unidos-Francia. Y por qué no soñar.  

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Dongguan, China
En Twitter: @basquetplus

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