Informe

¿Qué es de la vida de... Gabriel Darrás?

09:50 14/02/2020 | Fue uno de los integrantes fundamentales del Ferro campeón de la primera Liga Nacional, en 1985, y hoy sigue ligado al básquet desde el mundo de la tecnología.

A la izquierda, Darrás disertando. A la derecha, Darrás con la camiseta número 10 (foto: Prensa APREBA y El gráfico)

El domingo 22 de diciembre de 1985 quedará en la historia grande porque fue el día en el que Ferro se consagró como el primer campeón de la Liga Nacional. Entre tantos jugadores de alto talento, estaba Gabriel Darrás, un líder que aún no perdió la chispa. También se consagró en la Liga 1986 y vistió la camiseta de la selección argentina durante 1991, en los Juegos Panamericanos de La Habana y en el Sudamericano de Valencia.  En charla con Básquet Plus, el suego de Pato Garino repasa los hechos más importantes de su carrera, cuenta qué está haciendo hoy en día y deja su opinión sobre la actual Liga.

- En primer lugar, ¿qué andás haciendo hoy en día?
. Envejeciendo dignamente (risas). Estoy emprendiendo nuevos caminos, con el eje en el básquet y en el turismo, que es lo que me da cierta estabilidad económica, pero con el radar abierto a transitar nuevas experiencias. Soy inquieto, me gusta mucho vivir y estar activo en la búsqueda de cosas que reemplacen la adrenalina que disfruté muchos años jugando al básquet y que se extraña cuando te faltan. En este momento, estoy muy entusiasmado, representando a  una empresa española líder mundial en tecnología deportiva denominada NBN23, que trabaja con la NBA y tiene presencia en 30 países del mundo. Intervienen estrellas del básquet mundial como Chacho Rodríguez o Antoine Rigaudeau, por citar algunos.

Entiendo que en Argentina como en otros países del mundo, el big data y las herramientas tecnológicas aterrizaron en el deporte inicialmente para aportar información a los entrenadores, preparadores físicos y cuerpos médicos en la búsqueda de la mejora de la performance y el  juego en sí mismo, avances maravillosos. La deuda pendiente es aportar tecnologías útiles, sencillas, escalables a toda la gestión deportiva que es quien más necesita crecer y modernizarse. Estoy hablando no solo de las organizaciones profesionales, sino de los clubes de barrio, asociaciones y federaciones donde hoy se gestiona con procedimientos administrativos viejos y a quienes sin ninguna duda ayudaremos a dar un salto de calidad inimaginable, una verdadera revolución deportiva digital, conectada socialmente y adaptada a los nuevos tiempos. Estoy metido de lleno en este hermoso desafío deportivo.

- Pasaron muchos años, pero ese campeonato con Ferro del 85 es icónico para la construcción de La Liga. ¿Lo recordás seguido? ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza?
. El campeonato del 85 lo recuerdo como la concreción de un proyecto de vida que arrancó con la aventura de irme a los 16 años de mi casa, de Santa Fe a Buenos Aires, algo poco habitual por entonces. Fui en búsqueda del único plan de vida que soñaba cumplir y  que era ser jugador de básquet y poder vivir de eso profesionalmente. Sinceramente, no tenía Plan B. Creo que no por falta de inquietudes, sino porque amaba mucho lo que hacía. La foto de los festejos abrazado con Seba Uranga en el medio del Etchart la guardo en papel y en mi corazón. Ya habíamos tenido la suerte de ganar otros campeonatos, pero esa era la primer Liga, estaba en el ambiente de ese día, ese lugar y el momento justo para ser felices sin límites y por suerte se nos dio. Ferro salió campeón con un equipo de 22 o 23 años de promedio.

- Siempre se dijo que eras un gran líder. ¿Pensás lo mismo? ¿Eso se tiene o se construye?
. Todo el mundo sabe que en aquellos equipos de Ferro había un líder único por su estilo, humilde y generoso, un ejemplo de deportista a imitar que fue y será por siempre  Miguel Cortijo. Si consideramos personas con liderazgo aquellas que aportan al grupo entusiasmo, compromiso y espíritu positivo  yo estoy seguro de haber aportado lo mío. Y alegría también.  Pero hay que destacar que había un contexto institucional que transformaba al Ferro de aquellos días como una escuela de vida. Se respiraba esa filosofía en cada rincón del club, un pensamiento común entre las diferentes disciplinas. Fue una institución deportiva - educativa inigualable que además, cobijaba a talentos deportivos de todo el interior del país bajo un ámbito de familia y profesionalismo irrepetible. Y dentro de ese ámbito surgían los líderes naturales como Cortijo , Saccardi , Hugo Conte, dirigidos por Najnudel , Griguol , Velasco o Luis Bonini. ¡Una maravilla!   

- Si tenés que elegir una cosa que te enseño el básquet para la vida es...
. La resiliencia para enfrentar la vida. Te doy un ejemplo actual. Hoy sigo jugando en veteranos +55 y aun sabiendo que cada vez lo haces peor, que ni en los sueños anotas en bandeja, que errás los tiros fáciles y que cada faja se las das a los contrarios, te divertís a pesar del fracaso. Rebelarse a la biología y mantener el espíritu joven es ganar por 20 en esta etapa. El deporte es la mejor herramienta educativa que existe en el mundo. Nunca dejas de aprender.

-¿Qué significó y significa hoy en día haber vestido la camiseta de la selección?
. Un inmensa satisfacción, un sueño cumplido. El día que recibís esa camiseta que dice Argentina por primera vez  es una emoción muy fuerte y doy gracias a Dios por haberme permitido sentirlo, pero debo reconocer que  mi carrera se desarrollo mucho más en la Liga que en la selección.

-¿Qué pensás de La Liga de hoy en día? ¿Sería injusto compararla con la de tu época?
. Son otros tiempos. El romanticismo terminó hace rato, pero creo que no debemos perder de vista que somos una liga de desarrollo y exportación. Para eso revisaría la cantidad de equipos y apostaría a nuestro mercado interno de jugadores. Nuestra Liga es sabia y maravillosa. Está claro que tiene una polenta indestructible al mantenerse tanto tiempo como una actividad deportiva profesional, en muchos casos deficitaria y en un país imprevisible como el nuestro.

- ¿Cuál fue el mejor jugador que tuviste como compañero y el que más sufriste como rival?
. Como compañero, Miguel  Cortijo  y como rival, Marcelo Milanesio.

- Por último, imagino que viste a Argentina durante el Mundial. ¿Cómo lo viviste?
. Con orgullo y emoción. Ver jugar a la selección a mi me hace llorar todo el tiempo y no me gusta verlo con otras personas. Me emocionan las cosas tan simples como un abrazo de Luifa y Manu , una defensa al límite de Campazzo y Garino ahora o aquellos tapones de Chapu. Pero hablando del último torneo, creo que Argentina fue junto a España el que mejor básquet jugó en el Mundial. Trasciende en este grupo el legado de la Generación Dorada y me encanta la actitud que tienen de ponerle la propia impronta. Es un equipo valiente y con recursos. Recordemos que Argentina fue modelo a copiar para otros países e incluso franquicias NBA con la receta del extra pase y el juego colectivo de excelencia de la GD y es  una maravilla volver a ver que esa selección vuelve a darle mensajes al mundo: aquí estamos también con variantes en el estilo y con un grupo de jugadores nuevos. Ya lo hicieron en el Mundial y sería genial poder mantenerlo, pero creo que a todos nos deja tranquilo saber que tenemos una selección con semejante espíritu competitivo y que les gusta jugar juntos.

Camilo Marchetta/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @camilomarchetta

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