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Chris Bosh ha dado un paso de gigante en lo referente a su problema de salud. El ala pivote de Miami Heat se encuentra estable y ha abandonado el hospital en el que estaba bajo atenta vigilancia por unos coágulos de sangre en sus pulmones que podían llegar a poner en peligro su vida. 

El jugador llevaba una semana bajo un control médico exhaustivo y los doctores por fin han considerado oportuno dejarle marchar a casa para continuar con su tratamiento en su propio hogar.

“Era su primer objetivo. Bosh estaba epezando a mostrarse muy ansioso por dejar el hospital. Lo estaba volviendo loco”, comentó el entrenador Erik Spoelstra a los medios al conocerse la noticia.

Bosh, de 30 años, no jugará más en lo que resta de temporada, ya que nadie quiere que corra riesgos sobre el parquet hasta estar 100% recuperado. El ala pivote ha disputado un total de 44 partidos esta temporada, promediando 21,7 puntos, 7 rebotes y 2,2 asistencias en 35,4 minutos por encuentro.

Actualmente, el Heat se encuentra en el séptimo puesto de la Conferencia Este, con un registro de 25 victorias y 33 derrotas. Igual, los dirigidos por Spoelstra no pueden relajarse, con equipos como Indiana, Brooklyn, Boston y Detroit a menos de tres juegos por detrás, en la lucha por ingresar a la postemporada.