Basquetplus.com

Existen miles de historias en las que la guerra y los conflictos geopolíticos afectan de rebote al deporte. En los últimos años, una de las regiones de mayor conflictividad bélica es Israel, que actualmente atraviesa un momento de máxima tensión y ha intercambiado ataques con Irán. Esto repercutió en el baloncesto: primero en el aplazamiento de las finales y, más en profundidad, también en las personas que trabajan en los diferentes eventos deportivos en todo el mundo. La historia de una empresa que debe prestar sus servicios en el Eurobasket femenino es, como mínimo, inspiradora.

Segev Sports es una compañía israelí que se encarga del software que permite visualizar las estadísticas y la gráfica en los partidos para la televisión. Tiene hace tiempo contrato con FIBA y ahora le tocaba ir al Eurobasket femenino pero, a partir de las hostilidades con Irán, se cerró el espacio aéreo de Israel. Esto afectó directamente a la empresa, que debía enviar a varios trabajadores hacia Hamburgo, Bolonia, Brno y Atenas para trabajar en el torneo, que arranca este miércoles 18 de junio. Para no faltar a su palabra y sobreponerse a las adversidades, comenzó una gran travesía para poder acudir al lugar de trabajo.

Se contactaron con la empresa Derech Hayam para saber si uno de sus yates podía llevarlos desde Haifa hasta Chipre. Si no se puede por aire, vamos por mar.

A eso de las 9 y media de la mañana comenzó a navegar parte del equipo de Segev Sports, que además llevó consigo a una madre y un hijo que también necesitaban salir de Israel. Fueron 22 horas de viaje hasta Lárnaca, la tercera ciudad más grande de Chipre, a través del Mediterráneo, con una noche de descanso en territorio chipriota. Luego continuaron el camino en avión hacia las distintas sedes del Eurobasket.

El presidente de la compañía, Ashvi Segev, explicó en diálogo con Walla Sports el compromiso que tiene la empresa con los trabajos que debe cumplir. Ese viaje en barco fue la muestra viva de ello: “Es importante para nosotros demostrar a las personas con las que trabajamos, que no siempre están al tanto de lo que ocurre en Israel, que una empresa de nuestro tamaño puede cumplir con lo acordado, incluso en estas condiciones”.