¿Qué es de la vida de?

Diego Maggi, el primer pivote dominante de la Liga

19:32 10/03/2019 | En esta sección, donde entrevistamos a viejos protagonistas del básquetbol, charlamos con Diego Maggi, pivote del histórico Ferro de los '80, multicampeón en la Liga.

Iván Maggi, Diego Maggi, Pablo Prigioni y Herman Mándole en New York la semana pasada

La primera década de la Liga Nacional tuvo algunos protagonistas repetidos, como Ferro, Atenas y GEPU, y un pivote que se convirtió en sinónimo de ganar: Diego Mario Maggi. El pivote ganó tres títulos con Ferro (1985, 1986 y 1989), uno con GEPU (1990/91) y uno con Peñarol (1993/94), siendo en su momento el más laureado de la Liga, con 5 anillos, y en 3 equipos distintos, algo que en la época fue único. Además llegó a la final de 1987 con Ferro y a la de 1990 con Sport Club. Retirado hace ya muchos años, Maggi, de 55 años, vive en Europa desde hace 12 años. Lo ubicamos allí justamente para saber por dónde está pasando su vida hoy y recordar viejos tiempos.  

-¿Qué es de tu vida actualmente?

. Estoy viviendo en Mallorca, España. Desde que me fui de Argentina, estuve cinco años acá, después cuatro años en Inglaterra y hace unos años volvimos a Mallorca. Estoy trabajando como entrenador, algo que hice desde que llegué a España. Lo hago en categorías formativas, en selecciones provinciales para jugar lo que en Argentina se conoce como Campeonato Argentino. En Inglaterra existe un torneo de las mismas características y allá también trabajé en una Universidad importante. Actualmente trabajo en un club, desde divisiones formativas hasta la primera división.

 

-¿Por qué te fuiste?

. Circunstancias. Después de una época con Quilmes que no había sido ni buena ni mala, me fui a San Luis y allá las cosas no fueron tan buenas como queríamos. Mi mujer es médica y había trabajado en España, por lo que me dijo que probáramos acá y la verdad es que me sentí muy cómodo haciendo cosas aquí y trabajando como entrenador. También me sentí cómodo con la manera de vivir de los españoles y con la gente. Acá no existe la locura de la gran ciudad, vivo en una isla, en el campo, con mucha tranquilidad, que es lo que buscábamos. Realmente haberme ido de Argentina fue un paso difícil pero lo que buscaba.

 

-¿Acá trabajaste como entrenador?

. Hice el curso de entrenador en la CODITEP y en ENEBA. Hice campus y también trabajé para la Secretaría de Deportes de la provincia, haciendo diferentes campus en las ciudades pequeñas de Buenos Aires. Pero en clubes no trabajé. Cuando llegué a España los cursos no me sirvieron para nada porque no están reconocidos, así que tuve que hacer los cuatro que existen acá. Ahora tengo la mayor titulación que existe en España y puedo hacer lo que quiera.

 

- Eso te iba a preguntar, ¿podés dirigir en cualquier categoría?

. Un compañero mío en el curso de España ahora está dirigiendo en Argentina, en Regatas de Corrientes. Hicimos el curso junto con Lucas Victoriano; él apostó por irse a dirigir a Argentina y la verdad es que yo no, no era mi intención. Tampoco es algo que me atraiga demasiado el ir a ligas profesionales; obviamente de hacerlo tendría que empezar como asistente porque creo que es lo mejor. Me parece que lo que hizo Lucas fue genial. Realmente en este momento estoy muy tranquilo, muy bien y no tengo ganas de hacer eso. 

 

- Me imagino que la experiencia en Inglaterra habrá sido totalmente distinta, porque es un país con menos cultura basquetbolística y con otro idioma.

. Lo manejé bien. Al principio uno piensa que sabe inglés, hasta que llegás allá. Una cosa es que un americano o inglés vaya a tu casa, trate de que vos lo entiendas y se esfuerce para que lo hagas, pero otra totalmente diferente es ir vos a la casa de él y que diga 'si entendés bien, si no te las arreglás'. Llegás a Inglaterra y tenés que esforzarte mucho para tratar de entender. Para colmo nosotros fuimos primero al Norte, a la frontera con Escocia, en donde tienen un acento muy difícil y la verdad nos costó. Con respecto a lo que decías de la cultura basquetbolística, es cierto con no existe una gran cultura. Salvando las distancias, ellos juegan un estilo de básquet que se asemeja a la NBA: gente con mucho portento físico y muy atléticos, pero que tiene bastante poco en lo referido a táctica individual, colectivo y lectura de juego. Son unos caballos, que saltan y corren, pero a los que les falta mucho conocimiento de juego. Igualmente están mejorando bastante en el nivel europeo, incluso han ascendido en muchas categorías, por lo que juegan con las potencias.

 

-¿Tu idea por ahora es seguir con formativas?

. Sí, la verdad es que estoy muy cómodo formando jugadores, desarrollando equipos de chicos y también más grandes, hasta 20 años e incluso en mi club tengo alguna primera división. Pero más que nada me interesa trabajar con los más chicos. El club se llama Andrach, que es la ciudad donde se anunció que iban a traer a Schumacher a vivir. Es una ciudad de costa espectacular, en donde hay muchos inmigrantes alemanes e ingleses. Es muy linda para vivir y el club no lo está haciendo nada mal, está creciendo año a año y tiene buenos equipos. Pero la idea es armar más, crecer, aprender y que los chicos vayan mejorando de a poco. 

 

-¿La melancolía cómo viene? ¿Te salta ver tu etapa de jugador o ya no?

. Ya no, ya quedó muy lejos eso. Siempre fui de perfil muy bajo, vos me conociste: no soy de los que está en la primera línea del candelero, sino que me siento más cómodo siendo perfil bajo. La verdad es que no la extraño, pero sí el hecho de acercarme al básquet profesional, como por ahí me pasó la semana pasada, que visité a mi hijo en Estados Unidos, fui a ver partidos y charlé con gente que está ahí, como el caso de Pablo Prigioni. Eso me gusta y me parece fantástico, pero de ahí a sentir nostalgia estoy bastante lejos.

 

- Acá vino hace una semana Bill Terry y vio un partido de Ferro y todo...

. Uh, no sabía. La verdad es que hubiese sido bueno verlo después de tantos años. Mi hijo Iván ha visto a dos jugadores en el Madison, a quienes justamente fui a ver si los encontraba y no estaban: Cliff Morgan, que jugó en River en los '80, y Harthorne Wingo, que había jugado en Ferro y que ahora debe tener 70 años. La verdad que no pude ver a ninguno de los dos, pero mi hijo siempre habla con Morgan, porque me parece que trabaja con los Knicks en los campus y haciendo cuestiones de promoción.

 

- La melancolía te la comentaba por el lado de si te preguntás qué hubiese pasado con vos en la época de los comunitarios, si hubieras tenido una chance.

. Sí, me pasó en su momento de pensar si se hubiera abierto unos años antes y hubiese podido ir. Es más, cuando estaba jugando en Sport en el '90 parecía que se abría y varios jugadores fuimos a probarnos a equipos de allá. Yo fui a Italia al Reggio Calabria, en donde después fue Manu y en donde estaban Hugo Sconochini y Riffati. Siempre cuento que me volví con el precontrato en la mano, pero después no se abrió el cupo. Mi época fue así y fue lo que fue, no tengo nada para quejarme. Tal vez dentro de 10 o 15 años habrá cosas mejores y los chicos de ahorá dirán '¿por qué no me tocó a mí?'. Para ir más lejos, a los jugadores de los '70 habrán dicho 'a mí no me tocó la Liga Nacional'. Cada uno de nosotros fuimos un escalón necesario para llegar a lo que se llegó. Si no hubiese habido un pivote como Finito Gehrmann, tal vez no hubiese aparecido uno como González o Uranga, y así. A partir de bases como Miguel Cortijo y Milanesio, aparecieron otros como Montecchia, Pepe Sánchez o Prigioni. Como en todo, vamos subiendo escalones para llegar al presente, a lo que tuvimos y al básquet que tenemos en este momento. No será el de la Generación Dorada, pero nunca nos deja mal parados.

 

-¿Ves básquet argentino de Liga y de la selección?

. De la selección a veces. La verdad es que me agarra tarde y entonces cuesta, mientras que de la Liga casi nada. Últimamente estoy viendo más de la ACB, en donde hay un par de entrenadores conocidos que trabajaron conmigo en Inglaterra. Uno es asistente en Zaragoza y otro entrenador de Valencia. También miro Euroliga.

 

-¿Te entusiasma esta nueva camada de Argentina?

. Hay jugadores realmente interesantes y hablo más de oído que de haberlos visto mucho. Pero a los que veo habitualmente acá, me gustan. Lo que está haciendo Nico Laprovittola en Joventut, así como lo de Luca Vildoza en Baskonia, en donde ahora también volvió Pato Garino y estuvo muy bien; vamos a ver si sigue levantando. Lo de Campazzo, que lo veo casi todas las semanas en el Top 10... el enano hace cada una que te mata. Deck en el Madrid no tiene grandes actuaciones, como le pasaba a Facundo hace dos años, hasta que no se fue y se dieron cuenta lo que habían dejado ir a Murcia. Está para más, pero acá te van llevando muy de a poco. Hay jugadores que no lo están haciendo para nada mal acá en España y de los que están en Argentina tengo menos referencias porque no veo mucho, como te decía. Nos costará mucho llegar a lo que fue la Generación Dorada, pero como te dije antes también, el básquet argentino no va a decepcionar, va a estar ahí peleando con el que sea. 

 

Fabián García / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

Compartir