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Michael Jordan regresará a la NBA, pero esta vez desde el costado menos esperado: como colaborador especial en las transmisiones de NBC. Detrás de esta movida hay mucho más que un contrato o una aparición de marketing. Según reveló un productor de la cadena, “no solo quería un sueldo ni aparecer un par de veces. Quería participar. Tenía una visión. Y no tenía nada que ver con la nostalgia”. Jordan quiere influir directamente en el relato que se construye alrededor del básquet actual, cansado del culto a su figura que termina degradando a los jugadores de hoy.

El propio Jordan, según fuentes citadas por The Medium, se hartó de que usen su nombre como arma arrojadiza en redes y programas deportivos. “Si escucharlo de su boca es suficiente para que estos aficionados dejen de faltarle el respeto a jugadores como LeBron, Steph o incluso Harden, pues que así sea. Quiere que el deporte siga adelante”, dijo un colaborador de NBC. Incluso habría intervenido en reuniones de producción para elogiar públicamente a figuras como Luka Doncic y Nikola Jokic, asegurando: “Esta era cuenta con algunos de los jugadores más talentosos que hemos visto. Es hora de que la afición empiece a apreciarlo”.

Más allá de los elogios, MJ apuntó directamente al debate eterno sobre el mejor de todos los tiempos, que considera dañino. “El debate sobre quién es el mejor de todos los tiempos es tóxico porque no es un debate. Es una secta. Y MJ está cansado de ser el becerro de oro”, reveló un entrenador retirado y amigo íntimo del seis veces campeón. Jordan incluso admitió en privado que la idolatría en torno a su 6-0 en Finales es peligrosa y “tóxica, porque ignora las derrotas que sufrió anteriormente en su carrera durante los Playoffs”. En otras palabras: quiere bajarse del pedestal para que otros puedan ocuparlo sin ser atacados.

Su cruzada es inusual pero potente: defender la evolución del juego y a quienes hoy lo llevan adelante. La lógica de “antes era mejor” parece haber colmado su paciencia. “La afición se ha desviado muchísimo. Odian el básquet actual, pero lo ven cada segundo. Dicen que no es lo suficientemente físico, pero ignoran lo avanzados que se han vuelto los jugadores. Y usan a Jordan como arma en cada conversación. Es delirante”, sentenció un viejo amigo del exjugador. El mensaje es claro: si hasta el propio Jordan está pidiendo respeto para la nueva generación, quizás sea hora de escucharlo.