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Los Knicks están complicados en las finales de la Conferencia Este tras perder los dos primeros juegos en casa ante los Indiana Pacers. A pesar del ambiente característico del Madison Square Garden, Nueva York no logró mantener la ventaja en el Juego 1 y fue claramente superado en el Juego 2. Históricamente, los equipos que empiezan una serie 0-2 en casa en finales de conferencia tienen un récord de 0-17, lo que deja a los Knicks enfrentando una remontada prácticamente imposible. 

Aunque los Knicks mostraron señales de vida en el segundo partido, con un intento de remontada y buenas actuaciones individuales de Jalen Brunson, Karl-Anthony Towns y Mikal Bridges, los Pacers siguen demostrando ser un equipo compacto y difícil de vencer. Rick Carlisle ha superado tácticamente a Tom Thibodeau, y el conjunto de Indiana encuentra formas de ganar incluso cuando su estrella, Tyrese Haliburton, no brilla. La solidez colectiva y la mentalidad agresiva de los Pacers los han convertido en un rival muy complicado, logrando incluso seis victorias consecutivas fuera de casa.

Ahora, con la serie trasladándose a Indiana, los Pacers tienen la ventaja emocional y deportiva. Están a solo dos triunfos de alcanzar las Finales de la NBA, algo impensado hace unos meses. En contraste, los Knicks podrían estar al borde del fin de un sueño que movilizó a toda la Gran Manzana.