NBA

Kobe Bryant estuvo a punto de jugar en los Bulls... dos veces

12:44 10/08/2020 | La leyenda de los Lakers quiso salir de esa franquicia para irse a Chicago tanto en 2004 como en 2007. Finalmente, las negociaciones se cayeron.

Foto: Clutch Points

A lo largo de su carrera, Kobe Bryant vivió con el desafío que implicaba ser tal vez el atleta más parecido a Michael Jordan que se haya visto en la NBA. Constantemente, el público comparó sus actuaciones con las del emblemático exescolta y escrutó cada uno de sus logros, siempre con el 23 como la vara. Todo eso hubiera sido aún más intenso si el perimetral decidía vestir la camiseta de los Chicago Bulls. Y, curiosamente, casi sucede en dos ocasiones.

La primera tuvo lugar en 2004, luego de que Los Ángeles Lakers perdiera en las Finales con Detroit Pistons y la relación entre Bryant y Shaquille O'Neal se volviera imposible de manejar. La Mamba Negra sufría las críticas sobre su egoismo y, para alejarse de la idea de que no podría ganar un campeonato sin la presencia del pivote, se metió en la cabeza que debía salir de la franquicia angelina. Más precisamente, hacia Chicago: "Estábamos mirando casas, mirando escuelas. Ya estábamos hablando de un sign-and-trade", confesó el jugador en una entrevista realizada en 2018. Sin embargo, el que finalmente partió fue O'Neal. Y, con la salida del interno hacia el Miami Heat, Kobe optó por quedarse y adoptar el puesto de lider definitivo.

Pero el tiempo pasó y los títulos no llegaron. En 2007, Bryant se cansó de que los Lakers no pudieran conformar planteles competitivos para volver a luchar por el anillo y demandó un traspaso. Una vez más, los Bulls eran su prioridad. “Lo que nos expresó fue que quería aceptar el reto de ocupar el lugar de Michael Jordan si eso sucedía. Quería ese desafío. Lo he dicho muchas, muchas veces. Tuve la oportunidad de estar cerca de Michael durante tanto tiempo y ver esa rara competitividad. Kobe tenía lo mismo y es lo más cercano que he visto", afirmó John Paxson, dirigente de la institución de Illinois.

Eventualmente, Los Ángeles convenció a su estrella de continuar y la negociación se cayó. Un año más tarde, Pau Gasol se calzó la púrpura y oro y la organización recuperó ese lugar de excelencia. Se consagraron en 2009 y 2010 y el escolta logró la coronación como primera espada. Por el otro lado, Chicago jamás volvió a ser ese equipo que dominó en los años noventa. Dos destinos que estuvieron a punto de cruzarse y que, de haberlo hecho, hubieran cambiado el balance de poder de la NBA.

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