Especial

Kobe Bryant: una carrera brillante, con Jordan como espejo

22:47 26/01/2020 | Bryant ganó 5 anillos de la NBA y fue, por estilo de juego y características físicas, lo más parecido que se vio en las canchas a MJ.

Como con Magic, su sonrisa fue una marca registrada

Los dos medían 1.98, los dos jugaban como escoltas, los dos tenían una capacidad atlética y un poder de salto único, los dos mostraban una mentalidad diferente. Los dos eran líderes, ganadores y con un talento especial para este juego, el básquetbol. 

Kobe tuvo a Jordan siempre como un espejo y, de hecho, lo imitó en todo lo referente al juego, al punto de conseguir ser un calco en muchas de sus acciones dentro de la cancha, ya sea el fade away, el stop and shot en penetración y muchas otras situaciones. 

 

 

En lo deportivo, si bien para muchos Jordan es el número uno de todos los tiempos, Bryant no se quedó muy atrás. Sus logros individuales y colectivos fueron de los máximos conseguidos por cualquier jugador en la historia. Repasemos:

* 5 veces campeón de la NBA (todas con LA Lakers)
* 2 veces campeón olímpico (2008/2012)
* 2 veces MVP de las finales de la NBA
* 1 vez MVP de la serie regular de la NBA.
* 18 veces participante del All Star Game.
* 15 veces elegido en el quinteto ideal de la NBA.
* 12 veces elegido en el quinteto defensivo ideal de la NBA.
* 2 veces máximo anotador de la temporada.
* 4º en la tabla histórica de goleadores de la NBA, solo detrás de Kareem Abdul-Jabbar, Karl Malone y LeBron James (lo pasó ayer).

Aunque las comparaciones entre jugadores de diferentes épocas no tiene sentido, indudablemente Kobe quedará como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, eclipsado quizá por Jordan, pero a la altura de cualquier otro. 

Su llegada a la NBA fue otro de los grandes aciertos de Jerry West. Bryant fue elegido en el draft de 1996 en la primera ronda, pero en el puesto ¡13! Y el equipo que lo tomó fue Charlotte Hornets. West, que trabajaba para los Lakers en ese entonces, le ofreció a los Hornets a Vlade Divac por el joven de 18 años y Charlotte aceptó, en el que terminaría siendo uno de los grandes robos de la historia del draft. 

A partir de allí, con los angelinos, hizo historia rápidamente. Con la llegada de Shaquile O'Neal ese mismo año, pero sobre todo la de Phil Jackson en 1999, ambos hicieron historia, ganando 3 títulos consecutivos entre 2000 y 2002. Bryant y O'Neal, igualmente, tuvieron muchos encontronazos en ese período, siendo ambos macho alfas que necesitaban todo el poder, y la partida la terminó ganando Kobe, porque Shaq decidió partir a Miami en 2004. 

La pelea, después, la ganó Shaq, ya que obtuvo el anillo de la NBA en 2006 con el Heat, mientras que Kobe tuvo que esperar otra gran movida de la dirigencia angelina (el fichaje de Pau Gasol), para tomarse revancha y ganar oros dos anillos en fila en 2009 y 2010. 

Después, su carrera fue en declive, salvo por el oro olímpico de 2012 en Londres (ya había ganado el de Beijing en 2008), porque los Lakers no terminaron de armar equipos competitivos y porque Kobe se rompió el tendón de Aquiles en abril de 2013. Fue el principio del fin. 

Bryant regresó para la 2014/15, pero los Lakers eran una lágrima y él no pudo revertir la situación. Quizá viendo que eso se repetiría, anunció antes de la 2015/16 que esa sería su última temporada, por lo que cada partido fue casi como una despedida. El 13 de abril de 2016, ante Utah, jugó su último partido, con 37 años y se dio todos los gustos. El mayor: anotó 60 puntos, tirando ¡50 tiros al aro! No importaba, se lo merecía. 

Ya retirado, se dedicó a producir algunas historias de cine, a participar de su propio documental y a ser embajador de la FIBA para el Mundial de China 2019. Disfrutaba mucho su nueva vida de exjugador, aprovechando el tiempo para estar con sus 4 hijas y su esposa Vanessa. Pero no pudo esquivar una mala jugada del destino y este domingo 26 de enero, menos de 24 horas después de perder el tercer puesto histórico entre los goleadores de la NBA a manos de su amigo LeBron James, murió en un accidente fatal. Una pérdida como se han dado pocas en la historia del deporte mundial, solo equiparable a la de Ayrton Senna en 1994. Te extraremos mucho Kobe. Tu magia perdurará por siempre.

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