Basquetplus.com

Al igual que todas las ligas deportivas de élite, la NBA es una empresa. Sus cuentas son cuidadosamente estudiadas por especialistas y se trata de sacar provecho de cualquier oportunidad económica para aumentar las ganancias. Los partidos (y las estrellas que participan en ellos) son la materia prima de este negocio y muy rara vez la competencia suspendió un encuentro por una razón ajena a los problemas climáticos. Por cuestiones de cantidad y de tiempo, el coronavirus sentará un nuevo precedente en este aspecto. Sin embargo, a lo largo de la historia ha habido algunos casos en los que la liga decidió o tuvo que parar.

En 1995, la NBA sufrió su primer lockout. La huelga estuvo impulsada por la expiración del CBA o acuerdo colectivo de negociación previo y, aunque no impactó en el desarrollo de la temporada regular, sí lo hizo en la Agencia Libre, en el mercado de traspasos y en la Summer League, eventos que fueron suspendidos. Un año después, se realizó otro lockout pero este sólo duró unas horas. No obstante, todo eso fue el prólogo de la que aconteció como la peor huelga que sufrió la competición: aquella previa a la campaña 1998/99, que hizo acortar esta misma a 50 partidos y provocó la suspensión del All-Star Game por primera vez en la historia. En 2011, otra huelga hizo que la temporada se achicara a 66 juegos.

Esas medidas tuvieron un trasfondo meramente económico y no respondieron a una causa externa a la liga. Suspensiones de ese estilo han ocurrido muy pocas veces y siempre con una tragedia por detrás: en 1963, se postergaron tres cotejos (Knicks-Bullets, Celtics-Sixers y Lakers-Warriors) debido al asesinato del presidente John F. Kennedy. Cinco años más tarde, fue otro homicidio el que originó la reprogramación de cuatro partidos (Sixers-Celtics y Lakers-Warriors, ambos dos veces) pertenecientes a las Finales de Conferencia: el del pastor y activista Martin Luther King.

En 1989, protestas en las calles de Miami provocados por el asesinato de un vendedor afroamericano llamado Arthur McDuffie a manos de cinco oficiales de la Policía se transformaron en un disturbio racial, que dejaron como saldo 18 muertos, 350 heridos y 600 arrestos. Ese panorama derivó en la suspensión del encuentro entre el Heat y Phoenix Suns, que se jugó tres meses después. Algo similar pasó en Los Ángeles durante 1992: se registraron 54 muertos y más de 2000 heridos en los disturbios que fueron generados por la decisión de absolver a cuatro policías luego de que estos golpearan brutalmente a un taxista llamado Rodney King. La NBA no solo debió posponer dos juegos (Lakers-Blazers y Clippers-Jazz), sino que también se vio obligada a moverlos a Nevada y Anaheim, respectivamente.

Los atentados terroristas a las Torres Gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre de 2001 causaron la suspensión definitiva de cinco partidos de pretemporada que iban a ser jugados en Italia, Alemania y Japón. Sin embargo, los que estaban programados para ser realizados en Canadá y Estados Unidos se disputaron sin problemas. Doce años más tarde, la Maratón de Boston sufrió un atentado que le quitó la vida a tres personas e hirió a otras 282. Celtics y Pacers jugaban ese mismo día y, por precaución, la liga decidió cancelar el choque entre los dos equipos de la Conferencia Este.

Este curso comenzó de la peor manera. Habían pasado siete años de la última suspensión, hasta que la trágica muerte de Kobe Bryant, su hija Gianna y otras siete personas en un accidente de helicóptero ocasionó la postergación del clásico de Los Ángeles entre Lakers y Clippers. Nada comparable a lo que sucederá a partir de ahora con la problemática de salud generada por el Coronavirus, que ya provocó el parate por tiempo indefinido de la temporada regular. Y, aunque por el momento no se sabe con certeza cuántos serán los partidos afectados por la decisión, la historia indica que no han existido situaciones similares a esta.

Leandro Carranza/[email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @leocarranza99