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Los cinco héroes más inesperados de la selección argentina

18:41 19/05/2020 | Herrmann ante Grecia en 2004, Delfino ante el mismo seleccionado cuatro años después y mucho más en este informe de los héroes inesperados.

Kammerichs, Quinteros, Gutiérrez, Delfino y Herrmann

¿Milagros inesperados? Más bien héroes inesperados. No porque alguien dude de ellos, sino porque nadie se esperaba que aparecieran, no al menos de esa manera. Shock de energía, rock and roll de emociones. Fuego, fuego puro, sin pedir permiso y mostrándose listos para la cita. Los llamaron, contestaron y ejecutaron como si fueran computadoras y tuvieran el sistema binario del 0 y el 1.  

Walter Herrmann ante Grecia en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Carlos Delfino contra la misma selección cuatro años después, Paolo Quinteros frente a Brasil en 2011 y muchos más fueron los protagonistas ocultos de un sueño que se convirtió en realidad.  

Las estrellas son las más importantes, y de eso no hay ninguna duda, pero si estos mártires secundarios nadie podría haberlo conseguido. Es por eso que en Básquet Plus decidimos seleccionar los cinco mejores héroes inesperados del seleccionado argentino.  

5) Federico Kammerichs en el Preolímpico de Mar del Plata de 2011: al empezar la segunda fase los argentinos triunfaron ante Canadá y Venezuela, pero en la tercera jornada perdieron ante Brasil. Por si esto fuera poco, Nocioni tuvo una lesión que lo complicó para el resto del certamen. Las dudas fueron múltiples y quien tuvo que asumir mayores responsabilidades fue Kammerichs 

 En ataque aportó lo suyo, con una gran performance ante República Dominicana, en donde convirtió diez puntos (5/8 en dobles) y capturó nueve rebotes. En defensa fue monumental y aportó cuatro tapas. Además, se fajó ante Jack Michael Martínez y Al Horford, quien en ese momento jugaba en Atlanta Hawks.   

4) Paolo Quinteros ante Brasil en el Preolímpico de Las Vegas de 2007: "No tengo pensado ir a Las Vegas de vacaciones”, había dicho el escolta en la previa del torneo. Y de qué manera no lo fue, rescatando a Argentina de un mal momento que le pudo haber costado todo. 10 puntos en 16 minutos. De yapa, un triple que le permitió a los nacionales derrotar a Brasil (81-78) en las semifinales y clasificarse a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.  

3) Paolo Quinteros y Leo Gutiérrez contra Lituania en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008: en el 2011 se lesionó Nocioni y tres años antes, en este torneo, se quedó afuera Ginóbili por una lesión en el tobillo. El equipo debió dar un paso al frente y el Chapu y Luis fueron los máximos estandartes del bronce ante Lituania. 

Pero no fueron los únicos que batallaron y dos de los principales soldados que lucharon junto a ellos fueron Leo Gutiérrez y Paolo Quinteros. Todo comenzó en el segundo cuarto cuando, a base de triples, ambos hicieron temblar las estructuras verdes, gozando de confianza y oportunismo para dar un paso al frente.  

Luego, al final del partido los lituanos quisieron descontar, pero nunca pudieron superar la barrera de los diez puntos, en parte gracias al rol de Quinteros, que en ese momento fue una rueda de auxilio. Al término del juego tanto el escolta como el ala pivote finalizaron con 11 puntos cada uno, anotando 22 de los 87 tantos del equipo en el triunfo que les dio el bronce olímpico. 

2) Carlos Delfino frente a Grecia en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008: lo del Lancha en Beijing fue surrealista. En el peor momento de Argentina marcó 18 puntos consecutivos que mantuvieron a los nacionales en pie. 

Aguantó, atacó y resurgió al resto sin marcas que una sublime muñeca derecha. Finalmente, los de Manu Ginóbili, Andrés Nocioni y compañía vencieron a Grecia por 80-78 y continuaron su camino hacia la medalla de bronce, en donde liquidaron a Lituania con otro espectacular y heroico partido.  

Nada hubiera sido posible sin ese arranque de Carlos. Esa noche sus 18 puntos pintaron de todos los colores a los defensores helénicos. Esa velada su actitud lo convirtió en el rey sin corona, en el héroe sin capa, en el verdadero león santafesino sin parlante ni micrófono. 

1) Walter Herrman en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004: Faltaban seis minutos para que acabe el tercer cuarto. Argentina está en arena movediza y cada vez se hunde más. Todo cambia cuando Walter Herrman supera la mitad de cancha y se va picando con la derecha hasta llegar al aro para finalizar con una sublime bandeja con su mano hábil. La Generación Dorada rompe una sequía de cuatro minutos sin anotar y el de la melena rubia comienza a ser determinante.  

Seis puntos seguidos en un abrir y cerrar de ojos. Quizás no fueron la gran cosa, quizás sí, pero a partir de ese momento los nacionales mostraron otra cara, comenzaron a defender y a correr como sólo ellos sabían hacerlo. Finalmente terminaron ganando el parcial por 24-18 y todo se decidiría en el último cuarto. En el periodo decisivo todos se unieron para liquidar al local, ante 20.000 espectadores y un escenario que vibraba a cada minuto.  

Walter Herrmann fue uno de los responsables de la remontada y permitió que Argentina avance a semifinales. Allí haría historia y derrotaría a Estados Unidos, para luego salir campeón ante Italia. Pero tal vez nada de eso hubiera pasado sin aquel ingreso del rebelde alero. Los sacó del fango y les concedió la oportunidad de volver a creer, de volver a soñar y de volver a nacer. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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