NBA 2019/2020

Minnesota Timberwolves 2003/04: el gran equipo que no salió campeón

17:38 14/03/2020 | Llegaron a las finales de la Conferencia Oeste. Perdieron la serie contra Lakers. Garnett, Cassell y un divertido juego que enamoró a muchos.

Garnett, Cassell y Sprewell (Foto: NBA)

Con el juego físico y el sacrificio en todo momento, los Timberwolves del ya fallecido Flip Saunders se encargaron de establecer el récord histórico del equipo tras quince temporadas en la liga. La suma de 58 victorias y 24 derrotas para el equipo de Minneapolis le permitió terminar primero de la Conferencia Oeste en temporada regular y, posteriormente, llegar hasta las finales de conferencia, donde perdieron contra los Lakers de Kobe Bryant y compañía (4-2 en el resultado global). 

Locura, garra, sacrificio y compañerismo eran las características de un equipo que lideró el rey del trash talk Kevin Garnett, quien tuvo una campaña de ensueño y se llevó el MVP de la temporada, marcando el camino al equipo con unos promedios de 24,2 puntos y 13,9 rebotes. Junto a él se encontraban un ya maduro Sam Cassell en el timón y el lunático, pero rendidor, Latrell Sprewell. 

Pretemporada: el inicio de la gesta 

Ese mismo verano habían fichado a su pivote titular y ex número uno del draft Michael Olowakandi junto a Trenton Hassell, el escolta que revolucionaba el juego desde el banco. El alero con el apellido que muchos siguen sin poder pronunciar, Wally Szczerbiak, le daba al conjunto de Saunders eficacia y buena puntería de tres y con Sprewell formaron un dúo que se entendía sin necesidad de hablar en la pista. 

La temporada regular: sobreponiéndose a las dificultades 

La temporada regular fue de menos a más, donde fueron mostrando su capacidad resiliente para enfrentarse a las múltiples lesiones de jugadores importantes tales como Cassell o Szczerbiak y demostrando a todos que con una buena química de grupo (a la vez que con mucho sacrificio y lucha) estaban listos para hacer frente a cualquier equipo. 

Postemporada: hagamos historia  

En la primera ronda de ‘playoffs’ se enfrentaron a los Denver Nuggets, a quienes derrotaron en cinco partidos alcanzando otro hito histórico para la franquicia: ganar su primera serie de postemporada. Lo que continuó fue un choque con un rival difícil de roer como Sacramento Kings, en el cual los Wolves lucharon con uñas y dientes, llevando la serie a un desenlace romántico (en el mejor sentido baloncestístico de la palabra) del que salió victorioso el equipo de Garnett. 

En el último paso previo a las finales de la NBA estaban los casi invencibles Lakers liderados por el binomio O’Neal–Bryant. A pesar de tener a todo el equipo en alza, la veteranía y la experiencia de los angelinos fueron suficientes para dejar a los lobos a mitad de camino, derrotándolos en seis partidos y propiciándoles una maldición que todavía les persigue: desde esa eliminación no se han vuelto a clasificar a los playoffs. 

¿El título? Lo de menos 

La serie pérdida no nubla la gran labor realizada por un equipo en la que una sincronización de jugadores en su mejor momento (GarnettSprewell y Cassell), sumado a un par de veteranos y hombres experimentados (Hassell, Hudson y Olowakandi), formó un coctel explosivo que tomó al país por asalto. Sin querer, los Timberwolves del 2003-2004 estamparon una efigie que todavía perdura en el corazón de todos los amantes de la naranja, tal es así que hasta el juego NBA 2k18 creó este equipo como una de las plantillas históricas de la liga. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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