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Obras Basket (CABA) 78 - Gimnasia (Comodoro Rivadavia) 76

En un partido que terminó sufriendo más de la cuenta, por sus problemas para asegurar el rebote defensivo (Gimnasia bajó 19 en ataque), Obras acabó quedándose con una muy buena victoria por 78 a 76. Fitipaldo fue el goleador del ganador con 18, mientras que Clancy (28 y 14 rebotes), la rompió en el Verde.

Con un Warren muy atento para salir en transición, Obras comenzó mejor el partido. Sin embargo, entre una falta técnica a Safar (tres personales en el primer cuarto) y un buen pasaje de Mainoldi, la historia se emparejó rápidamente.

El problema para la visita fue claro: las pérdidas. Los de García estuvieron tremendamente descuidados con el balón (7 en los primeros 10 minutos) y cuando en el otro costado se le sumó una gran aparición de Fitipaldo, Obras recuperó la delantera: 20-16, al primer descanso corto.

Los de Poch encontraron en Zanzottera un alto goleo desde el banco, para mantenerse a flote durante el segundo parcial. Un par de bombas de Aguerre y Brown recortaron la brecha, pero Gimnasia seguía acumulando pérdidas y para colmo, sufrió un par de técnicas en el cierre de la mitad (Mainoldi y Luchino). El local sacó provecho de esta situación y se metió al vestuario al frente por 37 a 27.

Luego de que Obras tomara una máxima de 11, los de Comodoro empezaron a mostrar un básquet mucho más acorde con sus posibilidades: mayor velocidad y movilidad en ataque, y sobre todo, bajando sus pérdidas. Además, Clancy se hizo sentir en varias ocasiones cerca del aro y aunque el dueño de casa respondía con la mano caliente de Safar, la historia ya era otra. El marcador seguía teniendo al local arriba (60-54) luego de tres cuartos, pero el trámite se veía mucho más parejo.

Dicha paridad parecía romperse, cuando Obras abrió el último período llevando la pelota adentro con Horner y Delía, para sacar 12 de diferencia. Aunque la misma parecía decisiva, Gimnasia no se entregó y siguió recortando con sus armas: penetraciones y descargas para Clancy, sobrecarga al rebote ofensivo y una subida en la intensidad defensiva.

Con menos de un minuto, el marcador tenía a los locales adelante por 78 a 76, pero la bola era para la visita. Increíblemente, Gimnasia iba a tener cuatro oportunidades en el cierre: triple errado por Schattmann, triple errado por Luchino, doble errado por Schattmann y finalmente, triple errado por Cavaco. Safar por fin pudo asegurar el rebote y dribleó la pelota hasta el otro campo, asegurando la victoria de su equipo.