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El tiempo de espera se agotó. Los días de descanso quedaron atrás, como así también la planificación en el borrador de lo que será la continuidad de la temporada de Liga Nacional de básquetbol. Instituto ya está presto a la acción. Volvió a los entrenamientos y espera los dos primeros compromisos de este 2017, que serán nada menos que ante el último campeón, San Lorenzo; y Atenas, el sábado 14 y viernes 20 del corriente, respectivamente, en el Ángel Sandrín.

“La verdad que el año se terminó en el momento menos indicado. Hubiéramos querido que se prolongara. Pero bueno, todo tienen sus beneficios”, expresó entre risas el entrenador Ariel Rearte, en alusión al mejor momento basquetbolístico demostrado por Instituto en el epílogo de 2016, en el que logró meterse en el bolso cuatro victorias seguidas.

“Lo que nosotros necesitamos ahora es demostrar todo lo bueno que hicimos. Que no fue apenas una oleada de buen nivel. Pudimos plasmar colectivamente lo que pretendíamos y generamos muchas cosas buenas en torno a eso”, explicó el DT; y agregó: “Hay que ratificar nuestro buen momento. Que todo eso que mostramos fue consecuencia de algo y no apenas una racha de turno”.

A la hora de explicar el por qué del pico de rendimiento del plantel, Rearte afirmó: “Todos los jugadores se sintieron más importantes. Tomamos la rotación como algo positivo para todos, sin egoísmo. Se entendió que repartiendo minutos era mejor para todos. Así todos los rendimientos individuales crecieron y por ende el colectivo, que es lo más importante”.

¿Cuánto influyó el movimiento que experimentó el plantel?

La llegada de Gastón (Whelan) nos permitió tener otra dinámica y mucha más rotación en el plantel. Diego (Ciorciari) con menos minutos nos da mucha mayor calidad de juego; Pablo (Bruna) está rindiendo muy bien en su función de tirador. Pablo Bertone también creció con otras responsabilidades. Miguel (Gerlero) se está adaptando a jugar en ocasiones de ala pivote para darle descanso a John (DeGroat), además de tener sus ventajas en el puesto. Y Alejandro Zilli ha demostrado estar muy bien, por lo que sus minutos también subieron mucho. Con esto quiero decir que todos los nacionales recuperaron nivel y estamos recibiendo de ellos lo que necesitamos. Esa es la clave.

¿En qué ves los cambios colectivos?

En el rodaje, en la dinámica, la energía. Cambiamos los malos arranques que teníamos. Siempre comenzábamos 10 puntos abajo en los primeros cuartos y después debíamos enfocarnos a luchar para recuperarnos. Era una mochila. A eso lo solucionamos y en los últimos cuatro partidos revertimos la historia.

¿Qué significa que después del receso estén San Lorenzo y Atenas por delante?

Son juegos durísimos en los que pondremos a prueba nuestro momento. Para nosotros tienen altísima importancia. Los vamos a tomar con gran responsabilidad y compromiso.