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En la NBA y en el mundo entero se cuestionó mucho cuando Nikola Jokic se quedó en temporadas consecutivas con el MVP de la serie regular (2020/21 y 2021/22). Algo que ya había sufrido el griego Giannis Antetokounmpo en las dos ediciones previas a las que ganó Jokic y con un resultado de alguna manera parecido. Cuando Giannis no ganó el premio se consagró campeón de la NBA dominando las finales de forma total y cuando Nikola tampoco lo ganó (se lo llevó Embiid), pasó lo mismo. 

No son comparaciones odiosas. Hay un hilo en las carreras de Giannis y Jokic, más allá de estilos de juego muy distintos. Hay una apuesta de muy jóvenes para partir a la NBA, casi sin recorrido en Europa (Giannis llegó a los Bucks con 18 años, Nikola con 20), un plan con ellos para irlos llevando de a poco, una explosión rápida y una consolidación total en menos de 5 años de carrera. 

En el caso de Jokic, nuestro jugador del 2023, hay que rendirse a los que en su momento lo veíamos quizá no tan completo atrás, poco atlético y con una tendencia a desfasarse peligrosamente en lo físico. Encima, después de la burbuja, las cosas no marcharon demasiado bien para Denver, incluyendo aquella eliminación 4-0 ante Phoenix que terminó con el serbio amenazando a Devin Booker. 

Sin embargo, seguramente en parte la paternidad tuvo que ver, pero sobre todo poder disfrutar de un plantel completo, hizo ver la dimensión de Jokic en su totalidad. Diríamos que es difícil hoy poner en duda que es el mejor jugador del mundo, por muchos factores:

a) Hace casi todo bien o muy bien: pasa, rebotea, anota cerca del cesto, tiene buen tiro de 3, defiende cada vez mejor y tiene una mentalidad bien serbia. Nada lo intimida. 
b) Hace ganar a su equipo. Obviamente incompleto, sin 2 de sus 3 estrellas (Murray, Porter), fue difícil demostrarlo en los años anteriores, pero con ellos, Nikola fue el líder perfecto. 
c) Nunca juega mal. Es de esos tipos que, aún en partidos flojos, o anota 25 puntos o mete 12 asistencias o convierte las acciones decisivas. En la 2022/23 no jugó mal un solo partido de playoffs. Solamente en 3 de de 20 en postemporada no llegó a los 10 rebotes, en todos anotó en doble dígito (2 veces más de 40, 1 vez más de 50) y en 11 de los 20 sumó 10 o más asistencias. Monstruoso. 

Nikola promedió, para destacar lo del 2023, 30.0 puntos, 13.5 rebotes y 9.5 asistencias en los playoffs que terminaron coronando a Denver campeón (en las finales esos números fueron 30.2 puntos, 14 rebotes y 7.2 asistencias) obviamente ganando el MVP de las Finales y en lo que va del 2023 ya promedia 26.3 puntos, 12.4 rebotes y 9.2 asistencias. Una animalada para ser parte de uno de los mejores equipos de la NBA.

La pequeña mancha fue haber decidido no participar del Mundial de Filipinas con Serbia, que llegó a la final del torneo y, con él, seguramente se habría potenciado, pero igual Jokic es claramente el hombre del año. Mención especial para el interminable LeBron James, que en febrero se convirtió en el máximo anotador de la historia de la NBA, llegará este año a los 40.000 puntos, ganó la primera Copa NBA (siendo además el MVP), todo con casi 39 años. Una bestia que se valorará más con el paso del tiempo.

Fabián García / [email protected]
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