Basquetplus.com

Hace algunos días utilizamos un título similar para encuadrar el regreso de Manu Ginóbili a Bolonia, tierra en la cual se gestó su gran explosión en Europa y le permitió catapultarse a la NBA donde ya todos sabemos lo que logró. Pero esta frase bien podría valer para Facundo Campazzo también.

Este martes se hizo oficial la noticia de su vuelta a Real Madrid, algo que estaba cocinado desde hace unos meses, que era algo vox populi. Pero como a Manu le sucedió con la Virtus Bolonia, a Facu le pasó con la Casa Blanca. Tras consagrarse en Argentina y ganar todo lo que se podía ganar con Peñarol de Mar del Plata, cruzó el charco para sumarse al club español.

Luego de su primer año, se fue al UCAM Murcia a préstamos a sumar experiencia y volvió al Madrid. Se ganó su lugar, comenzó a convertirse en líder del equipo y fue uno de los estandartes fundamentales. El proceso de Facu con el Real fue tremendo: dos Euroligas, tres Liga ACB, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas en tres años. En su vitrina personal, agregó: MVP de la final de la ACB, de la Copa del Rey, dos de la Super y dos veces Quinteto Ideal de la ACB.

A Facu le llegó la oportunidad de la NBA y dio el gran salto. Denver Nuggets fue su destino y tras un par de años en la mejor liga del mundo, fue cortado por Dallas Mavericks, armó las valijas y volvió a Europa. Ahí empezaron los problemas. Real Madrid era el dueño de sus derechos en el Viejo Continente y el cordobés tenía una deuda importante con el club por la cláusula de salida.

Muchos españoles y fanáticos del Madrid, criticaron la decisión de Campazzo de irse a la NBA. Cuando decidió regresar a Europa, cuando todos pensaban que iba a volver a la Casa Blanca, Facu cambió de destino y se fue a Serbia para sumarse al Estrella Roja. En ese momento empezó la puja. En la capital española sintieron una traición por parte del argentino, no quisieron igualar la oferta del Estrella Roja y tampoco le perdonaron la deuda que el base tenía con el club. Pero no solo eso, al club de Belgrado le prohibieron inscribir refuerzos en la Euroliga, aún cuando ya había anotados a otros, como Luca Vildoza, con lo cual Campazzo se perdió varios encuentros de dicha competencia.

Así como la disputa se afianzaba entre Real Madrid y Campazzo, también ambos se acercaban y parecía que el futuro sería juntos. Algunos continuaban criticando al argentino mientras que otros, pese a todo, le demostraban su apoyo. La temporada transcurría, Facu jugaba en Estrella Roja pero continuamente se hablaba del verano europeo y cuál iba a ser el destino del cordobés. Todos los caminos conducían a Madrid.

Aparecieron otros grandes de Europa. Grandes como clubes y con chequeras importantes. Ofrecieron mucho dinero para quedarse con el cordobés: uno era el mismísimo Estrella Roja y otro el Panathinaikos de Grecia. Tal como lo contamos en informes anteriores, los griegos le ofrecieron 12 millones de euros por tres temporadas. Limpios. Descontando la deuda de 3.9 millones de euros que Facu tenía que pagarle a Real y los impuestos correspondientes, le iban a quedar limpios unos 8.1 millones de euros por tres temporadas (2.7 por año).

La oferta de Estrella Roja era un poco inferior, unos 9 millones de euros por tres años, descontando los 3.9 de la deuda y los impuestos al Real Madrid, le iban a quedar unos 5.1 millones por tres años (1.7 por año).

Pero Facu fue feliz en Madrid. Y su familia también es feliz en Madrid. Tal como confesó en una entrevista hace un tiempo, "Mi madre me decía que no me fuera del Madrid”, el destino de Campazzo era el Real.

El cordobés firmó un contrato por cuatro temporadas a cambio de 12 millones de euros, si bien Real Madrid le condona esos 2.6 millones de euros de la deuda, sí deberá afrontar los gastos de los impuestos: unos 1.3 millones de euros. Es decir, Campazzo en Madrid va a terminar ganando 4.7 millones por cuatro años, casi 1.2 por temporada. Pero Campazzo, en Madrid, es feliz.