Tokio 2020

El análisis de Vadell de Argentina-España: deseos poco probables

21:31 30/07/2021 | El entrenador de San Martín nos deja un baño de realidad y una explicación coherente de lo que ocurrió contra España.

Gasol, defendido con dureza por Campazzo y Delía (Foto Getty)
*Sólo haber matado matado a Jesse James no te hace Jesse James*
 
Esa frase que le dijo Mike a un arrogante Walter White en Breaking Bad después de que matara a Gustavo Fring, el malvado jefe, me dispara reflexiones para entender quiénes somos independientemente de lo que hicimos.

Dimos un paso adelante en la competitividad y la conducta vs un equipo buenísimo, de cara al partido más importante. No nos confundamos, no nos engañemos. Apenas salió el fixture y se confirmó el último rival que completaba el grupo, sabíamos que esta situación de perder contra los dos más fuertes y esperar a ganarle a Japón era nuestra realidad de media. Tener 2 victorias en este momento era un deseo posible, pero poco probable, una realidad de máxima. Tener una victoria en dos partidos para esperar a Japón era buenísimo.

Estábamos acostumbrados a que haciendo algunas cosas muy bien, pasaban inadvertidas nuestras debilidades y carencias ya recontra conocidas. Además lográbamos ganar. Ese combo, farmacológico, ¿nos embriagó tal vez? ¿Nos hizo poco realistas en el análisis? 

¿Estamos en presencia de un sesgo de Space Jam? ¿Estamos mirando los partidos y pensando constantemente que nos sacaron los poderes y las habilidades que nos hacía buenos en esto? Seguimos encerrados en creer lo que no somos, o peor, no saber quiénes somos. Conocerse a sí mismo es tal vez lo más difícil, porque requiere de una fuerza de voluntad interior fuertísima para dejar de engañarnos. Cuando esto se logra puede transformarse en una fortaleza para afrontar adversidades, que es nuestro terreno ante la histórica falta de contexturas físicas ideales. Pensar en ganar y perder te evita analizar, e inconscientemente esquivamos pensar concretamente qué equipo tenemos hoy, cómo esta jugando, cómo es el torneo y quiénes son nuestros rivales.

Sufrimos la lectura de España en ataque que, de menos a más en la toma de decisiones, con un Ricky Rubio con gran efectividad de la línea de 3 puntos (5 de 6, todos bien contestados), buenas defensas, nos dejó claro que nuestra mejora no era suficiente para ganarle al último campeón del mundo. Un equipo que al parecer tiene la fórmula de como anestesiar esa insolencia que incomoda y tanto sufren otros.

Argentina tuvo una gran defensa inicial que le provocó muchísimas perdidas a España (solo Marc Gasol tuvo 8). Eso habla de una progreso en concentración en ese apartado pero como siempre pienso y tratamos de militar en esta columna, lo importante es atacar bien para cerrar el círculo defensa-ataque y desde allí elevar la autoestima para fluir, sobre todo porque Sergio Hernández es el líder estratégico de este equipo, conocido por ese pensamiento que comparto y hasta nos permitimos hacer un poco de humor nombrándolo presidente de la AAdPPO (Asociación Argentina de Pensar Primero en Ofensiva).

Argentina nos ofreció lo más profundo de su esencia y de su corazón atrapando en las acciones de bloqueo al balón y teniendo una actividad excelente para llegar a todos lados y robar balones acompañada del gran arranque de Laprovittola, que nos ayudaba en el lugar que más nos estaba costando. Campazzo recibía muchas faltas, tomábamos rebotes ofensivos y defensivos, Scola resignaba protagonismo por el bien del equipo... vimos lo que esperamos.

Tomar riesgos y salir a buscar el partido me deja tranquilo en cuanto a que el orgullo y el valor están intactos. Las señales de frustración, los tiros de 3 puntos todavía por debajo de lo que podemos, faltas ofensivas por pasar bien pero tarde y algunos excesos de energía saltando a fintas de tiro, señalan que falta calibrar un poco para ir a buscar nuestra chance, difícil, pero muy probable de ser obtenida.

Se viene Japón, equipo con 2 figuras NBA, ordenados y diciplinados, con la aspiración de cambiar su historia y pasar de fase y enorgullecer su localía. Ese motor también es una presión que ni ellos saben si pueden soportar.

Necesitamos que Estados Unidos le gane a República Checa por una diferencia que solo nos deje pensar en ganar un partido. Si para pasar de fase, estando en un bajón de nuestro nivel, depende de ganar un solo partido, con todo el respeto al progreso que Julio Lamas le dio a Japón, puede que me ilusione, porque la adversidad es y fue, siempre, nuestro combustible para estar entre los mejores. 

Compartir