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El básquet femenino de Argentina había llegado a los Juegos Panamericanos de Lima 2019 como uno de los grandes candidatos a lograr una medalla por primera vez en su historia. Campeonas sudamericanas en 2018, días antes lograron la plateada en el 3x3, cediendo ante Estados Unidos en la final, y esas esperanzas aumentaron aún más.

Pero un error histórico en las camisetas del segundo juego ante Colombia las dejó afuera de toda chance, conformándose con un quinto puesto final que tuvo gusto a muy poco. Esa sola derrota por una falla fuera del campo desnudó muchas falencias que había en la estructura de la Confederación con el básquet femenino.

Ahora, cuatro años después, Argentina llegó a Santiago 2023 con las ilusiones a cuestas, pero con un equipo que tenía una gran cantidad de debutantes en la mayor. Sin embargo, fueron de menor a mayor luego de una dolorosa derrota ante Cuba en el debut y pasaron victorias ante Chile y Puerto Rico, para lograr el pase entre los cuatro mejores equipos por primera vez en ocho participaciones.

Con grandes líderes en Camila Suárez, Candela Gentinetta y Agustina Jourdheuil, acompañadas por otras jóvenes como Victoria Gauna, Valeria Fernández, Agustina Marín y Agustina García, lograron un festejado éxito ante un rival en franco crecimiento como Puerto Rico.

En seis de las siete participaciones anteriores, las chicas terminaron en un quinto puesto, mientras que el restante fue un sexto lugar. Ahora, las dirigidas por Mauricio Santángelo rompieron esa barrera e hicieron historia metiéndose en semis.