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A los que aprovechan las oportunidades se los premia, y más si rinden en el gran escenario que significa el Mundial. Apellidos como Zagars o Jovic pueden dar cuenta de eso como jugadores, lo mismo que Luca Bianchi como entrenador. Sin ir más lejos, Dennis Schroder lo logró en el pasado Eurobasket, cuando su enorme rendimiento con Alemania le permitió firmar contrato con los Lakers.

El base letón no tenía equipo y venía de sufrir con sendas lesiones, y no se esperaba tanto de él a pesar de sus jóvenes 23 años. Pero Arturs explotó por completo en la Copa del Mundo, con 12.4 puntos y 7.4 asistencias de media, siendo clave y rompiendo el récord de mayor cantidad de asistencias en un juego, para quedar en el quinto puesto. Así, el joven firmó con Fenerbahce y fue cedido a BC Wolves, donde jugará la liga de Lituania y Eurocup.

Otro caso es el del serbio Stefan Jovic. A los 32 años, era jugador de Zaragoza pero venía de varias temporadas en baja por lesiones. Sin embargo, con 5.6 asistencias y 1.1 robos de promedio en el subcampeón del mundo, Valencia aprovechó para llevárselo ante la lesión de Martin Hermannson.

Por otro lado, el italiano Bianchi regresó a los primeros planos con Letonia y allí se benefició del despido de Sergio Scariolo en la Virtus Bologna para tomar su puesto de cara a la próxima campaña de la Euroliga y la Lega.

A la vez, el torneo de Rondae Hollis-Jefferson despertó interés nuevamente de la NBA, aunque deberá cumplir su contrato en Filipinas para luego pensar en regresar a la mejor liga del mundo.