Mundial 2023

Bosko Radovic, de la guerra a conducir a Montenegro

18:50 25/08/2023 | El entrenador montenegrino tuvo una infancia marcada por el enfrentamiento armado en los Balcanes y ahora conduce los destinos de su país en el Mundial.

Radovic y una adolescencia con la guerra (FIBA)

Como tantos ciudadanos de la zona de los Balcanes, Bosko Radovic vivió muy de cerca la guerra que terminó con la división definitiva de Yugoslavia y que hasta hoy en día presenta distintos conflictos desde lo social y político. Hoy, más de 25 años después, es seleccionador de Montenegro a sus 44 años y quiere llevarlo lejos en su segunda participación mundialista.

El entrenador de Montenegro tenía 12 años cuando la guerra comenzó y poco menos de dos años después partió a Belgrado para formarse como jugador en Estrella Roja, con todo lo que ello implicaba en ese contexto.

“Cuando vives una guerra aprendes que la vida te puede cambiar en un día. Aquí la vida nos cambió en pocos días” contó en Las Provincias el entrenador, que debió retirarse a los 23 años por lesiones cuando jugaba en Valencia. Y hubo una persona clave en su vida, Miki Vukovic, que lo llevó al equipo español en 1997.

“Hay personas que se fueron antes de la guerra, como el caso de Miki Vukovic a Godella, y que estando fuera ayudaron mucho a la gente que fue llegando de Bosnia, Serbia o Croacia. Miki era un ejemplo de cómo se debía convivir, creo que él se sentía serbio, pero tenía el corazón también cerca de los bosnios. Quería a todo el mundo. Ayudó a muchos jugadores y jugadoras en esos años de la guerra, para encontrar una nueva vida en España” contó, retratando las dificultades que tenían en ese momento.

Y valoró todo lo que le dio: “Miki creó una familia y para los jugadores jóvenes era como un padre. Nos preguntaba por todo, incluso si teníamos algún problema para poder ayudar. Miki era un gran padre con aquellos jugadores que podemos decir que eran chiquillos, se quedó en nuestras vidas para siempre. Por eso consiguieron en dos años pasar de segunda división a ganar la Copa del Rey. Aquel Pamesa era una gran familia. Que entrara en el Hall of Fame de la FIBA sería hacer justicia porque no sólo es importante para la historia del baloncesto europeo por lo que hizo en el Pamesa sino en el baloncesto femenino, con las Copas de Europa del Dorna, las medallas con Yugoslavia o los títulos en Tuzla. Es una leyenda de nuestro baloncesto”.

 

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