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La NBA es una de las competencias más importantes del momento. Además de ser la mejor liga del planeta de básquet, es uno de los eventos que más gente mueven en todo el mundo. No solo en Estados Unidos, sino por todos lados. Además de la final, el All Star Game es la fiesta más importante aunque con el paso de los años fue perdiendo importancia.

En las últimas ediciones la NBA fue cambiando la forma de conformar los planteles con el objetivo de generar una mayor atracción. Luego de suplantar el tradicional duelo entre conferencias, se eligió a un capitán por equipo para que luego de un pan y queso, seleccionen en un draft a los que iban a integrar cada plantel.

El show fue perdiendo impacto, ya no jugaban para ganar sino que casi por obligación. Se volvió a la modalidad de conferencias para que los fanáticos vuelvan a votar y ver si podían generar atracción nuevamente. Pero el problema sigue estando dentro de la cancha, los juegos ya no son lo atractivo que eran en el pasado y es un tema que preocupa y mucho a la NBA.

Adam Silver, comisionado de la NBA, no le esquivó al bulto y recientemente habló sobre el tema. Reconoció que se les hizo algunas concesiones a los jugadores y que se había hablado para que el marcador no sea lo abultado que terminó siendo. En diálogo con CNN, expresó: “Creíamos que en Indiana teníamos una oportunidad de volver a lo básico, al baloncesto. Fue un gran fin de semana… pero no fue un gran partido de baloncesto. De no haber asistido a algo así, estábamos preparados para plantear el partido Estados Unidos contra el resto del mundo. Pero ahora me pregunto, y creo que es la conversación que hay que tener, si esta generación de jugadores, con sus equipos como cómplices porque nadie quiere jugar duro en el All Star y nadie quiere lesionarse, solo ve este fin de semana como un parón de vacaciones, un puente en mitad de curso”.

Silver hizo mención a la posibilidad de dejar de lado el partido central y resaltó la importancia que tuvo el duelo entre Stephen Curry y Sabrina Ionescu: “El concurso de triples entre Stephen Curry y Sabrina Ionescu, por ejemplo, fue una gran atracción. Eso dice mucho de nuestro juego, y pienso en esta generación: Billie Jean King contra Bobby Riggs en tenis... a aquello se le llamo la batalla de los sexos, ¿no? Esto fue lo contrario. Fue, como dijo Sabrina, solo dos grandísimos tiradores retándose en la cancha. Así que creo que en vez de volvernos locos para crear un partido súper competitivo, que no sé si es algo que los jugadores y los equipos desean en ningún caso ahora mismo, quizá lo que hay que hacer es plantear más eventos divertidos como ese”.

A este tema también le añadió la posibilidad de sumar a Caitlin Clark: “El próximo es en San Francisco. Curry estará allí, y ya se sabe que Sabrina es de la Bahía también. Los dos me dijeron que querían volver a hacer algo así, pero que preferían que fuera al mejor de tres intentos, que había demasiada presión a una sola ronda. Quieren repetir, pero estoy seguro de que vamos a integrar a más jugadoras de la WNBA. Y todos estamos muy felices con la llegada de Clark, claro. Hay mucho talento ahora en esa Liga”.

Ante el pedido masivo de muchos fanáticos e incluso de algunos jugadores, Silver reconoció que revisarán la posibilidad de jugar un partido entre jugadores de Estados Unidos ante el resto del mundo. Esto expresó al respecto: “Tenemos que mirar diferentes opciones y convertir el fin de semana en una celebración, una fiesta del baloncesto. Vamos a pensar lo de EE UU-resto del mundo. Simplemente, creo que ya no estamos en condiciones de pensar que así va a ser un partido con más tono competitivo. Y, además, es algo que ya hemos visto en otros deportes”.

Por último, comentó: “Asumo mi responsabilidad como comisionado. Creo que a estas alturas ya deberíamos haber sabido lo que hay con el All Star Game, haber asumido que estos son otros tiempos”. Y se refiere a sus conversaciones directas con los jugadores: “No es que digan que ya saben lo que quiere la NBA y lo que quiere la TNT, que es que se juegue duro, pero que pasan de hacerlo. Es más que una vez que están allí, sobre todo los más jóvenes, lo ven como un parón, un puente, unos días de fiesta para divertirse. Hay casi 1300 partidos en unas temporadas regulares que son muy duras, y esto lo ven como algo distinto”.