NBA

Allen Iverson: el novato que humilló a Jordan

10:17 13/03/2024 | Ridiculizar a Michael era una tarea casi imposible, ya que era MJ el que solía hacérselo a sus rivales. El 12 de marzo de 1997 The Answer lo logró con creces y pasó a la historia.

Cuando Allen Iverson le hizo un crossover a Michael Jordan (Getty).

Un 12 de marzo de 1997, por un encuentro de temporada regular, se daba un partido entre dos míticos equipos de la Conferencia Este se enfrentaban. Por un lado estaba Chicago Bulls con un Michael Jordan coronado y siendo el amo y señor de la liga. En la vereda de enfrente aparecía un joven Allen iverson que cometería una de las acciones más recordadas de su carrera en el amanecer de la misma y ante el mejor de la historia. 

Desde el inicio de su carrera, Allen Iverson fue controversial y disruptivo. En la cancha jugaba como vivia y no entendía de contextos a la hora de jugar. El respeto a Jordan existía pero no con el partido en marcha. El más bajo de la historia en ser elegido en el puesto 1 del Draft, el hecho de que podría haber brillado en fútbol americano y su detención tras un conflicto hacian creer que el base de esos Sixers no era rookie por todo lo que había ocurrido en su corta carrera. Sin embargo lo era y en esa condición logró quebrarle la cadera a Michael Jordan. 

Fueron 37 los puntos que le clavó al último campeón de la NBA. En ese encuentro desarrolló toda su artilleria de movimientos con el balón en la mano. Para los Bulls, Jordan estaba jugando un gran partido, pero no sería recordado por eso. El momento en cuestión se da poco más adelante de la línea de tres en el eje de cancha. Allen amag{o a ir para su izquierda, Jordan intentó robar pero no compró del todo. Iverson volvió a amagar para el mismo lado y Michael cayó en la trampa, pasó de largo y The Answer remató de media distancia. Había derrotado a su heroe.

Años más tarde Allen mencionó: “Siempre supe que cuando llegara a la liga iba a probar mi movimiento contra el mejor. Iba a comenzar con eso porque me estaba presentando al mundo y quería hacerles saber que, obviamente, el número 23 estaba en la cancha, pero después de ese partido sabría quién era el número 3”, con el pecho inflado el ya lo sabía, se había ganado un nombre en la NBA y ya no había vuelta atrás, era una de las estrellas de la liga.

 

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