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Los Angeles Lakers tuvieron una de las dinastías más importantes de los últimos años, luego de que finalizara la de Chicago Bulls que les permitió ganar seis anillos de campeón en ocho temporadas con dos tripletas. Los angelinos, de la mano de Kobe Bryant lograron ganar cinco anillos en el comienzo del siglo XX. Pero en los primeros tres, ganados de forma consecutiva, el difunto jugador tuvo un compañero determinante.

Shaquille O’Neal formó con Bryant una de las mejores parejas de la historia de la NBA. Ambos llegaron juntos a los Lakers, a mediados de 1996. Kobe lo hizo en la noche del draft, cuando traspasaron a Vlade Divac a Charlotte a cambio de los derechos sobre él. Pero el gigante come hamburguesas ya llevaba varias temporadas en la mejor liga del planeta y era imparable en la zona pintada.

Shaq, un 18 de julio de 1996 firmó su contrato con los angelinos. Tras finalizar la temporada 1995/95 y luego de tener algunas rispideces con las autoridades de Orlando Magic y de un espaldarazo de los fanáticos quienes creían que no era merecedor de una renovación por 7 años y 115 millones de dólares, O’Neal armó las valijas y partió.

Los Lakers, que estaban reconstruyendo su equipo, lo recibieron con los brazos abiertos. El acuerdo fue por 7 temporadas a cambio de 122 millones de dólares y sumado a la llegada de Kobe, cambiaron la historia de la NBA. Con ellos como líderes, los angelinos recuperaron la gloria que había tenido la franquicia en la década del 80 y que se había esfumado.