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Tayavek Gallizzi fue el jugador más buscado del mercado. Pese a que su cotización no difiere demasiado de la de los extranjeros interiores de mayor renombre, tener un pivote nacional de jerarquía indudablemente ayuda a tener más posibilidades de armar un equipo aspirante. Y por eso seis clubes fueron por él: Instituto, donde él estaba, Boca, Quimsa, Olímpico, Riachuelo y Regatas Corrientes. 

Después de una semana de ofertas, charlas y demás, el santafesino de 30 años y 10 temporadas en la élite de la Liga, parece que cerró su elección a dos: los finalistas de la Liga 2022/23, Quimsa y Boca. Taya ya jugó en Quimsa en la 2016/17, compartiendo equipo con otros dos jugadores del Instituto 22/23 que también se fueron de Córdoba: Chuzito González y Nico Romano. No fue un buen año en Santiago y Gallizzi de ahí partió a La Unión de Formosa y luego a Regatas Corrientes, donde se encontró con Lucas Victoriano, que fue su entrenador 5 años seguidos, relación que ahora se cortará. 

Gallizzi, dicen fuentes cercanas al caso, no es fanático de jugar en Buenos Aires. De hecho, sus 6 clubes en la A y el TNA, fueron en el interior: Mar del Plata, Resistencia, Santiago, Formosa, Corrientes y Córdoba. Pero Boca tienta y esta vez, incluso por alguna cuestión personal-familiar, podría servirle recaer en la Ciudad de Buenos Aires. No falta mucho para saberlo, y es la pieza más importante que falta resolver en el puzzle de fichas nacionales mayores.