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Los Warriors, liderados por Stephen Curry, enfrentan una racha negativa con seis derrotas consecutivas, algo que solo Curry ha experimentado en su temporada de novato en 2009, cuando el equipo tuvo un récord de 26-56. Después de perder su sexto juego seguido y quinto en casa, Curry reconoce la urgencia de revertir la tendencia negativa para evitar desarrollar una mentalidad perdedora en el vestuario.

El equipo evolucionó significativamente desde entonces, pero las recientes derrotas han traído nuevos desafíos del equipo, especialmente con una marca de 1-6 en casa esta temporada. Las dificultades son evidentes: el equipo es más pequeño, más lento y más veterano que la mayoría, lo que contrasta con los años de éxito entre 2014 y 2019, cuando lograron cinco finales consecutivas de la NBA.

Las derrotas recientes han revelado la necesidad de encontrar química en las alineaciones y superar la ausencia de jugadores clave como Draymond Green. Curry recién se recupera de una lesión, Thompson está en un claro bajo nivel y Chris Paul aún no saca grandes diferencias.