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Cuando hablamos de Michael Jordan, lo primero que pensamos es en su capacidad anotadora, con volcadas, volando en el aire, sus icónicos tiros para ganar partidos o sus gestos tan característicos. Y en parte, todo eso coincide con el recuerdo y el impacto del 23 de Chicago en la liga y la historia del deporte. 

Lo que distancia a Jordan del resto, siempre suele ser su habilidad de elevar su juego en los Playoffs, y que sus récords, siempre tan inverosímiles cuando los leemos a día de hoy, parecen imposibles de igualar en la NBA moderna, como si fuera un superhéroe de otra especie. 

Sin embargo, con todo su talento y habilidad, llegó el día en que Kyrie Irving logró igualarlo, demostrando que no todo en su juego son movimientos con la pelota y highlights para YouTube. Irving es, ante todo, un maestro de la anotación, y de una forma tan eficiente que asusta. En esto, Irving y Jordan tienen una similitud.

Entre los jugadores con más puntos anotados en un partido, hay una lista poco extensa entre los que superaron los 50 puntos múltiples veces, destacándose internos más que nada. Sin embargo, si pensamos en la eficiencia, hay apenas dos perimetrales que lo han logrado tirando 75% de campo o más: Michael Jordan y Kyrie Irving.

Para Jordan, esto fue algo dentro de todo usual: entre sus 31 juegos de +50, 6 fueron superando esa eficiencia. Irving logró sumarse a esa lista luego de más de 30 años, primero anotando 54 ante los Chicago Bulls mismos, en 2020, con 82% de campo. La historia se realizó este año, el 8 de marzo ante los Charlotte Hornets. Irving anotó 50 puntos en 78% de sus tiros, generando así otro nuevo hito: anotando 7 o más triples en cada uno de ellos, algo que Jordan no pudo hacer, dada la era en la que jugaba.