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España activó una jugada estratégica para retener a sus jóvenes talentos: la creación de la Liga Sub-22. Anunciada oficialmente para este miércoles en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), esta nueva competición será gestionada en conjunto por la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) y la Federación Española de Baloncesto (FEB), y contará con el respaldo institucional del gobierno.

Aunque aún no se conocen los equipos participantes, el calendario ni el formato de competencia, se espera que esta liga tenga un rol clave en la reformulación del ecosistema formativo español. Su objetivo es claro: brindar minutos de juego y un entorno competitivo serio a los jugadores menores de 22 años, quienes actualmente enfrentan enormes dificultades para ganar espacio en la Liga ACB y, en muchos casos, deciden emigrar al básquet universitario de Estados Unidos.

La iniciativa surge como respuesta directa al fenómeno NIL (Name, Image and Likeness) que transformó la NCAA, permitiendo a los atletas universitarios firmar contratos publicitarios, cobrar por su imagen y atraer a talentos internacionales con un combo irresistible: competencia de alto nivel, visibilidad global y beneficios económicos.

Europa, y en particular España, ha visto cómo muchas de sus jóvenes promesas optan por cruzar el Atlántico, incluso antes de tener chances reales en el profesionalismo local. En ese contexto, la Liga Sub-22 busca ofrecer un puente competitivo que combine desarrollo deportivo con formación académica, reteniendo talento sin frenar su crecimiento.