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La ciudad de Oklahoma tembló con una energía única el domingo pasado. Shai Gilgeous-Alexander, la estrella que lleva el peso de los Thunder, salió a la cancha con la misión de borrar la derrota del Juego 1. Y vaya que lo logró. Con 34 puntos, 8 asistencias, 5 rebotes y 4 robos, lideró a su equipo a una victoria contundente por 123-107 frente a los Indiana Pacers.

Mientras los aficionados celebraban en las gradas y en plataformas como bet365 apostaban por su desempeño estelar, Shai demostró por qué es uno de los favoritos de la temporada. Su actuación empató la serie 1-1 dejando a todos boquiabiertos.

Parece que este canadiense de 26 años está decidido a grabar su nombre en la historia de la NBA. Su juego, fluido y letal, hace que los hinchas sueñen con un anillo que Oklahoma espera desde hace más de una década.

Un rayo que ilumina la ofensiva

El impacto de Gilgeous-Alexander en el Juego 2 fue tremendo. No se trata solo de los números, aunque estos hablen por sí mismos. Sus 72 puntos acumulados en los dos primeros partidos de las Finales son un récord histórico, superando incluso a leyendas como Allen Iverson.

Claro está, lo que hace especial a Shai es su capacidad para leer el juego. Cada pase, cada robo, cada tiro parece calculado. Su liderazgo en la cancha impulsa a sus compañeros, y la confianza que transmite es contagiosa.

Por lo tanto, no sorprende que las casas de apuestas lo vean como el gran favorito para llevarse el MVP de las Finales, con una probabilidad del 81%. ¿Quién puede detener a este fenómeno cuando está en su mejor momento?

Por qué Shai es más que un candidato

Gilgeous-Alexander no solo está jugando a un nivel estelar, sino que está marcando una época. Su temporada 2024-2025, con 32.7 puntos por partido y un 51.9% de acierto en tiros de campo, lo llevó a ganar el MVP de la temporada regular. Ahora, en las Finales, está demostrando que no se conforma. Su capacidad para liderar a un equipo joven y romper récords lo pone en la misma conversación que nombres como Michael Jordan.

De hecho, es el primer MVP de la temporada regular en llegar a las Finales desde Stephen Curry en 2016. Los fanáticos en Argentina, que seguimos la NBA con pasión, vemos en Shai a un jugador que combina talento, humildad y hambre de gloria.

La fuerza colectiva de los Thunder

Más allá de la brillantez individual de Shai, Oklahoma City mostró un juego en equipo que aplastó a los Pacers. Chet Holmgren, con sus 15 puntos y 6 rebotes, aportó solidez en la pintura. Jalen Williams, por su parte, sumó 19 puntos y 5 asistencias, demostrando que es mucho más que un compañero de apoyo.

Además, el banquillo de los Thunder fue clave. Alex Caruso, con 20 puntos, y Aaron Wiggins, con 18, dieron un golpe sobre la mesa. Este poder colectivo permitió a OKC dominar la lucha por los rebotes, con un 43-35 que marcó la diferencia. Parece que el equipo de Mark Daigneault ha encontrado el equilibrio perfecto entre sus estrellas y el resto del plantel.

La batalla por los tableros

Un aspecto que inclinó la balanza en el Juego 2 fue el dominio de Oklahoma en los rebotes. Ganar 43-35 en esta faceta no es un detalle menor. Los Thunder aprovecharon segundas oportunidades y limitaron las de sus rivales. Holmgren y compañía se impusieron en la pintura, mientras que los Pacers lucharon por mantener el ritmo.

Este control bajo los aros, combinado con la intensidad defensiva de OKC, permitió a los locales construir una ventaja de hasta 23 puntos en el segundo cuarto. Sobre todo, la agresividad en los rebotes ofensivos dio a los Thunder tiros extra que desgastaron a Indiana. Parece que este factor será clave en los próximos partidos.

Lo que viene en Indianápolis

La serie ahora se muda a Indianápolis para los Juegos 3 y 4, programados para el 11 y 13 de junio. Los Pacers tendrán la ventaja de jugar en casa, donde el apoyo de su público puede ser un impulso. Sin embargo, el desafío es enorme. Oklahoma City llega con la moral alta y un Shai Gilgeous-Alexander que parece imparable.

Claves para los próximos juegos

Para entender lo que se viene, vale la pena destacar algunos puntos que definirán la serie:

• La consistencia de Shai: Si mantiene este nivel, será difícil detenerlo. Su capacidad para anotar y asistir es clave.
• Respuesta de Haliburton: Indiana necesita que su base recupere la confianza para competir de igual a igual.
• Profundidad de banquillo: Los Thunder han demostrado que sus suplentes pueden cambiar partidos. Los Pacers deben igualar esa intensidad.
• Batalla en la pintura: El control de los rebotes seguirá siendo decisivo. OKC tiene ventaja, pero Indiana puede ajustar su estrategia.

Un futuro brillante para OKC

El Juego 2 fue una victoria para Oklahoma City y una declaración de intenciones. Los Thunder, con su mezcla de juventud y talento, tienen a los hinchas ilusionados. En Argentina, donde el básquet siempre despierta pasiones, seguimos cada jugada de SGA con admiración.

Su historia, desde sus inicios en Toronto hasta convertirse en una superestrella, inspira. Por ahora, la serie está empatada, pero si Shai sigue jugando así, el Trofeo Larry O’Brien podría estar más cerca de Oklahoma de lo que muchos imaginan.