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Después del triunfo del Breogán en Barcelona, no había pronóstico seguro para Girona-Valencia, pese a la diferencia de categoría y posición entre ambos. Y fue así. Porque el Girona se lo creyó de entrada y porque tuvo dos figuras descomunales: Ike Iroegbu (28 puntos y 5 triples) y Juani Marcos, autor de 18 puntos, pero sobre todo manejando un juego como si tuviera 30 años y enfrente no estuviera Kevin Pangos. 

Girona se tomó muy en serio todo el partido, desde el comienzo, y le plantó cara a un Valencia sin Brandon Davies, y aunque nunca pudo sacar ventajas grandes, casi siempre controló el score en la primera mitad, salvo el comienzo y el final, pero igual se fue al descanso largo apenas 1 abajo (48-49), en un esquema que no parecía favorecerlo en un tanteador tan alto. 

La segunda mitad fue bastante más clara, con dos protagonistas centrales en el equipo local: Ike Iroegbu y Juani Marcos. El norteamericano fue una metralla cargada permanentemente y, aunque a veces se excedió, metió tiros de muchísima presión, sobre todo en el cierre del juego, completando un juego fabuloso. 

Juani tuvo un tercer cuarto de antología, el mejor del Girona, anotando 7 puntos casi consecutivos, uno mejor que el otro, y dando la asistencia a Goloman que significó la máxima del local: 66-52. De ahí en más, Valencia obviamente salió a buscar el partido que se le estaba yendo y se puso en juego varias veces, pero Girona, aunque no tuvo la misma serenidad, supo no descontrolarse. 

Entre Iroegbu y Marcos, más el aporte de Martínez y Birch, sostuvieron el resultado, en ambos casos con triples absolutamente determinantes: primero Iroegbu cuando el Valencia se había puesto a 4 a 2m del final, para sacar 7, y luego Juani a 40s del final, con el reloj de 24 ahorcándolo, para poner 6 de luz y liquidar el pleito. Gran triunfo del Girona para escaparse un poquito más cada día del fondo. 

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