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La Liga Nacional tiene miles de historias, pero pocas con tanta continuidad como la que sostiene la provincia de Santa Fe. Desde la temporada 2009/10, cuando Alejandro Reinick fue campeón con Peñarol, hasta la última edición que vio a Leo Mainoldi y Nicolás Stenta levantar la copa con Boca, todos los campeones de la máxima categoría contaron al menos con un jugador santafesino en sus filas. Una marca silenciosa pero contundente, que refleja el peso histórico de una provincia formadora por excelencia.

El dato cobra todavía más relevancia si se observa que la cadena nunca se cortó. La lista es larga y tiene nombres ilustres como Andrés Nocioni, Walter Herrmann, Adrián Boccia, Tayavek Gallizzi o Nico Brussino, pero también espacio para figuras menos rutilantes que supieron ganarse su lugar en planteles ganadores. Santa Fe no solo exporta talento: lo entrega en versión campeona. Esta tendencia ya lleva 15 temporadas ininterrumpidas y promete seguir viva en la definición 2025.

Con la final nuevamente en manos de Instituto y Boca, la continuidad está asegurada. En La Gloria, con ventaja 1-0, aparece Nicolás Copello como candidato a sostener la bandera, mientras que en el Xeneize está otra vez Nicolás Stenta, quien podría repetir consagración. Sea cual sea el desenlace, lo cierto es que Santa Fe volverá a estar en la cima del básquet argentino. Y con ello, su legado seguirá intacto.