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La revancha de Brook Lopez ante los Nets

12:35 22/06/2021 | El pivote de Milwaukee tuvo un gesto particular al finalizar la serie contra su exequipo que reflejó un poco su historia personal.

Brook Lopez el sábado y un gesto que llamó la atención y muchos comentarios (Foto The Association)

Se ha dicho mil veces pero igual vale repetirlo para que quede bien claro. En la NBA los sentimientos, en general, están a un lado. El camino central lo ocupa el negocio y en el negocio no hay nombres propios, hay números. 

En el caso de Brook Lopez, el pivote que jugará la final del Este con los Bucks, esa frase tiene repercusión bien reciente. Lopez fue elegido en la primera ronda del draft 2009 por los Nets, en ese entonces en New Jersey, y con esa franquicia estuvo los primeros 9 años de su carrera profesional. Hasta exactamente el 22 de junio del 2017, cuando lo mandaron a los Lakers junto con Kyle Kuzma, a cambio de Timothy Mozgov y DeAngelo Rusell. Hoy se cumplen 4 años de ese traspaso.

En los Lakers estuvo un solo año y los últimos tres los viene jugando con Milwaukee, con los que pasó buenas y malas. Buenas en las series regulares, malas en los playoffs, donde nunca llegaron a donde esperaban, algo que piensan cambiar desde mañana, cuando se inicien las finales del Este ante Atlanta. 

En esos 9 años con los Nets, apenas 2 veces entró a playoffs, pero su balance fue en lo personal, positivo: 562 partidos jugados (más 13 de playoffs), con medias de 18.6 puntos y 7.1 rebotes (21.2 y 8.2 en postemporada). 

Sin embargo, en lo deportivo, nunca encontraron el camino: 9 entrenadores diferentes, tres general managers, estadio en tres ciudades (New Jersey, Newark, Brooklyn)...muchos cambios. Pero lo que quizá más le dolió a Lopez fue que, en el momento que parecía que todo podía ir para bien, fue la pieza de cambio para empezar una reconstrucción. De hecho, ni siquiera cuidaron su camiseta, la 11, que le fue entregada a Kyrie Irving el año pasado. 

En su último año con los Nets había cambiado su juego. De tirar 31 triples en total en sus primeras 8 temporadas, pasó a lanzar 387 solo en la 2016/17, siendo una transformación que le dio otra proyección. Sin embargo, tuvo que partir. En los Lakers también fue parte de una transición y desde el 2018, con los Bucks, ha encontrado su lugar. 

Con su tiro, beneficia a Giannis para darle espacio en sus penetraciones. Es un buen defensor interior, buen pasador y entiende el juego. Su experiencia, además, es clave en un equipo que quiere el anillo como nadie, más allá de no haber jugado nunca una final.

Por eso el sábado, cuando terminó el partido y los Bucks eliminaron a los Nets con una tapa clave de Lopez sobre Durant en un momento decisivo, no extrañó ver a Brook arrodillarse y de alguna manera, tener un gesto hacia el logo de Brooklyn que, para algunos, fue un símbolo de revancha. Los que lo conocen, dicen que no tiene remordimientos y que sabe cómo es el negocio. Pero que algo especial pasó en esos momentos por las entrañas de su cuerpo. 

Fuente: 
The Association

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