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Ser campeón de la NBA es un lujo para pocos jugadores en la historia, algo similar como lo que ocurre con los Juegos Olímpicos. La cita ecuménica es uno de los mayores anhelos para los deportistas de todo el mundo, sumándole la complejidad de que se juega cada cuatro años con lo cual ganarlo es mucho más complicado aún. En el básquet no es la excepción y a eso hay que sumarle un claro dominio de Estados Unidos, con lo cual el logro de Argentina en 2004 cobra muchísimo más valor.

Pero, volviendo a las consagraciones, son pocos los seleccionados que pudieron ganar los Juegos Olímpicos y eso también hace que el número de jugadores sea reducido. En algunos casos pudieron ganar, pudieron obtener su medalla dorada incluso teniendo poca participación y siendo por momentos muy criticados. Un claro ejemplo es Tyrese Haliburton.

El jugador de los Pacers solo vio acción en tres partidos y totalizó 26 minutos en el certamen. El seleccionado estadounidense jugó seis encuentros y LeBron James, el que más tiempo estuvo en cancha, promedió casi 25 minutos por juego. Es decir, en un solo partido ya jugó lo mismo que Tyrese en todo el torneo. El base de Indiana alcanzó a meter 8 puntos, dar 2 asistencias y robar 1 balón.

Pero la vida, tarde o temprano, lo iba a compensar y en la temporada 2024/25 es el único integrante de ese equipo que tiene chances de conseguir el anillo de campeón de la NBA. En la 23/24, previo a la cita ecuménica, el trío de Boston Celtics: Jayson Tatum, Jrue Holiday y Derrick White habían logrado ser campeones en la liga estadounidense, pero en la actual temporada fueron superados en semifinales de conferencia.

Tyrese intentará sacarse la espina de París 2024 y demostrar, en cancha, de lo que es capaz de hacer. Poco después del torneo en Francia, Haliburton se burló de su situación en sus redes sociales y escribió, mientras mostraba la medalla: “Cuando no haces nada en el proyecto grupal y aún así te ponen un sobresaliente”. Ahora puede cambiar la historia.