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La primera gran dinastía de la NBA fue la de Boston Celtics del fin de la década del 50 y toda la del 60. En 13 temporadas logró jugar 12 finales y solo perdió una, fueron ocho títulos de manera consecutiva desde 1959 hasta 1966.

Pero esa hegemonía estuvo a punto de romperse, estuvo a nada de que sucediera. En la final de la temporada 1962 hubo un quiebre y el duelo entre Boston Celtics y Los Angeles Lakers se volvió un verdadero clásico. Cuando estaban en Minneapolis los Lakers habían logrado consagrarse en la década del 50 y fueron quienes dominaron esa época. En 1959, los Celtics le ganaron la final, con un contundente 4-0 en la despedida de Minneapolis antes de mudarse a Los Ángeles.

En 1962 fue la primera definición en la que participaron los Lakers ya ubicados en su nueva ciudad y fue una definición de primer nivel y cargada de emoción y nerviosismo. Tuvo todos los condimentos. Los primeros seis juegos fueron cerrados y se intercambiaron triunfos, ninguno pudo ganar dos partidos seguidos y se fueron robando la localía continuamente.

El séptimo partido fue una locura. Fue el más parejo y cerrado de toda la serie, los Lakers tenían un plantel interesante con figuras como Elgin Baylor y Jerry West, pero no fue ninguno de ellos quien se adueñó del protagonismo en los últimos minutos.

Frank Selvy fue un jugador con una gran capacidad anotadora durante su carrera en la NCAA, llegó a anotar 100 puntos en un partido cuando todavía no había triples y marcó más de 1000 tantos en una temporada. Fue elegido en la primera posición del draft en 1954 por Baltimore Bullets.

Tuvo un paso por los Lakers en 1958 y tras jugar para los Knicks y Syracuse Nationals, volvió a Minneapolis en 1959 para disputar sus últimos años como jugador profesional. Su carrera en la NBA estuvo lejos de ser lo esperado pero en el ocaso de sus años pudo reivindicarse y cambiar la historia, pero no lo pudo lograr.

La final estaba en sus instantes finales, dos conversiones de Selvy de manera consecutiva le permitieron a los Lakers nivelar el marcador en 100. Los angelinos optaron por el lanzamiento de Frank aprovechando su buena racha en esos momentos. Rod Hundley amagó y superó a su defensor, vio que Selvy estaba en una mejor posición para lanzar y se la pasó, Frank recibió en una zona cercana al aro, un tiro fácil y sencillo, pero falló. El partido terminó empatado y en suplementario Bill Russell sacó a relucir su jerarquía, fue contundente y le dio la victoria a los Celtics por 110-106.

Tras el partido y el tiro fallado, Selvy comentó: “No era un tiro tan fácil porque yo estaba casi en la línea del fondo, pero hubiese cambiado todos mis puntos por haber metido esa canasta”.