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Si hubo un argentino feliz en el juego entre Argentina y Venezuela, ese fue Pablo Prigioni. Es que el entrenador albiceleste es considerado una leyenda de Alicante, ya que jugó dos temporadas en Lucentum y es considerado el mejor base de la historia del club. Además, es donde Pablo reside con su familia fuera de temporada desde hace ya muchísimo tiempo. 

Prigioni fue agasajado como un ídolo en la previa del juego, con una camiseta en su honor entregada por las autoridades. Pablo llegó en 2001 para jugar LEB Oro luego de dos años en Fuenlabrada y bajo la dirección técnica de Julio Lamas.

Allí, Pablo fue uno de los líderes del equipo que logró el título de la Copa Príncipe y el posterior ascenso a la ACB en la 2001-02. Disputó 39 partidos, con 11.1 puntos, 2.2 rebotes, 3.4 asistencias y 2.6 recuperos por encuentro.

En la 2002-03, el base fue líder de Alicante, con 10 unidades, 2.5 recobres, 4.4 pases gol y 2.4 robos, siendo el mejor en ese apartado estadístico en la temporada de la ACB. Ese tremendo año lo llevó a ser fichado por Tau Cerámica y el resto es historia, siendo de los mejores bases del conjunto vasco.