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Según el filósofo Friedrich Nietzsche, los dioses griegos Apolo y Dionisio son los dos impulsos en lucha permanente que subyacen al modelo insuperable de la tragedia ática. El primero es la luz que equilibra el dolor que encarna el segundo, que tiene que ver con lo irregular, lo cruel y lo súbito.  

Apolo es claridad, poesía y música, un amenazador o protector desde lo alto de los cielos, luz de la verdad y lo real. También es alegría y San Martín es uno de sus preferidos. Desde Corrientes, luchando siempre en la tangente y con el sol de frente, los dirigidos por Diego Vadell están haciendo estragos en la Liga Nacional. 

Segundos en el certamen con un récord de 14 victorias y apenas cuatro contratiempos, los santos vienen rindiendo de la mejor manera, con un grupo sólido y desinteresado por las actuaciones individuales. Gustan, se divierten y, por sobre todas las cosas, ganan en el intento. 

Ofensiva colectiva
En San Martín nadie se salva solo y su principal fortaleza es que nunca se sabe de dónde provendrá el veneno. Tres jugadores del equipo anotan en doble dígito y dos convierten más de nueve. El goleador, quien está teniendo una temporada de irrupción, es Matías Solanas con 14.9 puntos de promedio, y detrás de él se ubican Sebastián Acevedo (12.1) y Tomás Zanzottera (11.3), una de las sorpresas de la segunda unidad que fue titular en solo tres de los 13 juegos que disputó.

Detrás de ellos se ubican dos sólidos activos como Javier Saiz y Jony Machuca. El pivote volvió a ser importante y, convocatoria a la selección nacional mediante, está teniendo una media anotadora de 9.8 puntos. El armador ya sabe lo que le gusta a Vadell y en su segunda campaña en el equipo rojinegro promedia 9.5 tantos y 4.6 asistencias. 

Iván Basualdo, Emiliano Basabe y Gastón García conforman la rotación habitual de siete jugadores del entrenador que se encuentra también en su segunda temporada en el equipo. Con 8.2, 7.5 y 6.8 tantos respectivamente, el tridente aporta en defensa, intensidad y variantes ofensivas, cada uno desde su rol. El pivote genera como anotador o asistidor (1.4 entregas por juego), el alero como tirador y frenador de estrellas rivales, y el armador como facilitador y revolucionario del ritmo.

Otra de las gratas sorpresas de San Martín es Franco Mendez, el armador que hace bastante venía pidiendo cancha y está vislumbrando de la mano del rodaje que le da su técnico. Sus 3.8 puntos, 2.2 rebotes y 1.4 asistencias distan del verdadero aporte que le da a un conjunto que por momentos lo explota para castigar en transición y presionar al portador de balón. Tiene una altura interesante para el puesto de uno (1.88 metros) y una envergadura importante que le permiten desempeñarse atrás en las tres posiciones exteriores. 

Principales jugadas
Si bien Solanas es el máximo anotador, la ofensiva de San Martín no se basa solo en él. Hay mucha sucesión de cortinas y resolución de sus intérpretes con picks directos e indirectos, apostando siempre a la lectura de juego. Además, los movimientos de adentro hacia afuera le permiten hacer circular muy bien el balón, con tres grandes internos pasadores como Basualdo, Saiz y Acevedo. Esto le permite al rojinegro ser el sexto mejor equipo de la Liga en promedio de pases con 15.9.

La otra opción, que también es habitual en la mayoría de las escuadras del certamen, es llegar jugando, sin necesidad de que la suba el base, con Basualdo y Saiz en todo momento de tráileres. No obstante, San Martín sabe cuándo acelerar y cuándo bajar el ritmo, ocupando el puesto 15 de la Liga en pace (71.2). 

Selección correcta de tiro, paciencia para encontrar al compañero en caso de que no se pueda hacer daño en transición y utilización de sectores para un correcto spacing son otras de sus características. Estos aspectos le dan la chance de ser el tercer mejor conjunto en tiro verdadero de la Liga (56.8%) y el primero en lanzamiento de campo efectivo (54.3%). No solo eso, su capacidad pasadora se destaca en el porcentaje de asistencias, en donde es el cuarto más importante con 56.9%. 

Defensa de campeonato
Si hay algo que caracteriza a San Martín es su defensa. Ayuda que el equipo se conozca desde hace una temporada atrás, pero lo fundamental son sus reglas y conceptos. En los picks siempre se realizan steps cortos o largos, ayudando siempre en la pintura en caso de que el interno no llegue a su marca principal. 

Obviamente, esto se ve reflejado en las estadísticas, puesto que son la segunda mejor defensa de la Liga en cuanto a rating con 95.0 puntos permitidos por partido, ubicándose solo por detrás de Obras (94.8), y el que menos tantos permite de promedio (68.9).  

Además, la utilización mayoritaria de doble pivote en el rectángulo con Saiz y Basualdo le da a San Martín la oportunidad de dominar los tableros, siendo el segundo conjunto que más rebotes defensivos consigue en total (547) y el cuarto en promedio (30.4). 

¿Mantendrá la solidez?
La experiencia del grupo y buena química del plantel es clave y está siendo un factor diferencial, pero en una competencia tan volátil como la criolla, cualquiera puede subir y bajar como un ascensor en cualquier momento. Por ahora, el conjunto correntino se encuentra firme y su barco todavía no encontró olas capaces de frenarlo. 

Como Apolo, el sol santo continúa iluminando el camino, siendo más importante el proceso que el destino. Defensores del buen jugar y del poder colectivo por encima del individuo, esta escuadra es de lo más divertido. Van a paso de hombre, pero haciéndose un nombre.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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