Finales LNB

Lucas Victoriano, evolución constante

10:30 29/05/2022 | El entrenador tucumano llegó a su primera definición de Liga en una carrera corta y con buenos resultados. Su tranquilidad, paciencia y un estilo que ya empieza a ser marca registrada.

Lucas Victoriano y su primera final de Liga Nacional (Foto: LNB Contenidos)

"Si no vas por todas ¿a qué vas?", esa frase es la que siempre lo representa y que el propio Lucas Victoriano utiliza cada vez que está frente a un desafío. Instituto es su tercer equipo en la Liga Nacional  y su madurez  en este rol es una constante evolución, no solo avalada con los resultados.

Los bases generalmente son proclives a ser entrenadores luego de retirados, por su visión de juego, organización y Lucas fue vislumbrando eso luego de un infortunio causado por una lesión en la espalda que le hizo repensar el juego y con ello su manera de sentir, verlo y vivirlo. Cuando asomó en el profesionalismo con Olimpia, en la década del 90, el joven base tucumano vivía de su esencia desfachatda adentro y fuera de la cancha; y a nadie se le podía ocurrir que el paso del tiempo iba a germinar un director técnico tan tranquilo. En el nuevo rol, Victoriano deja constancia que la imagen de entereza desde la banca es la forma de mostrar serenidad al equipo y que confiar en lo preparado es en lo que se tienen que enfocar los jugadores.

La aventura en los banquillos, construyendo equipos y armando grupos (algo que le sienta muy bien por su forma de ser), comenzó en la temporada 2017/2018 cuando Estudiantes de Concordia le ofrece el cargo y Victoriano acepta gustoso, sabiendo que es el momento de dar el salto a una nueva carrera y también a otra vida, puesto que tiene que mudarse nuevamente a Argentina. El Verde era un equipo que generalmente andaba por mitad de tabla en la liga, sin sufrir por el descenso, pero con presupuestos bajos hacía más de lo que podía.

“Mi filosofía es clara: somos todos iguales, entrenamos de la misma manera, siempre al 100 por ciento y todos tenemos que aprender cosas independientemente del nombre y edad que tengan”, expresó Lucas en una charla en Twich CAB. Con esa premisa, Victoriano cimentó una primer temporada histórica como coach, al mando de un modesto equipo de Estudiantes, que sorprendió a todos jugando la final de Liga Sudamericana y el Final Four de la Liga de las Américas, algo tan increíble como impensado. El estilo era defensa férrea, presión al balón 40 minutos, incomodar al rival lo mayor posible con jugadores muy parejos, defendiendo al cien  y rotando para no perder intensidad. Con esa manera de jugar sorprendió en el continente, pero también la acumulación de juegos lo relegó en el plano nacional y terminó cayendo en la reclasificación. Sin embargo el primer paso fue por demás auspicioso.

Regatas Corrientes, un equipo con recorrido y protagonista en los últimos años de Liga, lo fue a buscar y con ello se daba inicio a una segunda experiencia, que por presupuesto y nombres significaba un salto de calidad para su carrera. Nuevamente un equipo de presión constate, el sello distintivo de su filosofía de juego y una temporada que lo tuvo como protagonista, ganó el clásico en la reclasificación y en cuartos batalló ante Instituto para perder 3-2, con quien luego sería subcampeón.

Esa gran campaña lo sostuvo en el Remero por dos temporadas más, una la interrumpida por la pandemia y la otra fue la 2020/21, donde Regatas tuvo una gran fase regular, se metió entre los cuatro, pero San Martín lo sorprendió en los playoffs, algo que no se esperaba y con ello fin a su ciclo bueno en Corrientes, pero que a la vez le faltó un pasito más.

“No es tan fácil ser entrenador porque hay poco tiempo de disfrute y mucho de otras cosas, pero sin embargo intento todos los días de que sea divertido”, así de simple lo vive Lucas y así lo transmite a sus dirigidos y es lo que se ve para afuera. En Instituto llegó a un equipo que venía de jugar una final hace tres años y en los primeros puestos de la Liga, pero que en la temporada pasada se diluyó demasiado con cambio de entrenador incluido. La Gloria estaba necesitando ese título que avale toda la apuesta que viene haciendo con el baloncesto y ese premio llegó en el Súper 20, cuando quizás no se lo esperaban. La química de grupo se hizo rápidamente, nuevamente con la mano del entrenador, y la respuesta de los jugadores fue obtener el primer título de la temporada en casa, en el Sandrín con una situación win-win, donde la institución ganó algo que necesitaba y a la vez, le da a Victoriano ese título que su buen inicio como entrenador requería.

A partir del próximo martes comenzarán a desarrollarse las finales de la Liga Nacional con Quimsa e Instituto frente a frente y con ello se puede dar un dato estadístico inédito en la historia del básquetbol argentino, en el cual Lucas Victoriano puede ser el primero en ganar la liga como jugador y entrenador. Quizás los santiagueños partan como candidatos por lo hecho a lo largo del año y por venir de jugar la final la temporada pasada, pero Instituto demostró ser un equipo compacto y peligroso.

Seguramente en algún lugar del vestuario de La Gloria, ya sea en una charla técnica, en un video o simplemente escrito en una pizarra, se leerá la frase de cabecera “sino vas por todas ¿a qué vas?”, nada tan simple como eso y de lo cual Victoriano hace un culto, transmitiendo a sus equipos la confianza necesaria para creer en ellos mismos y ser protagonistas a pesar de que las apuestas no estén a su favor, porque de eso se trata, de confiar y creer.

Mauro Osores / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @osoresmauro

 

 

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