NBA

¿Jugar en los Celtics? El momento en el que Kobe estuvo cerca de hacerlo

21:08 30/03/2021 | Antes del Draft de 1996 el escolta se entrenó con Boston. Impresionó a todos. Pero los verdes tenían una estrella universitaria en carpeta.

Bryant en aquella práctica con los Celtics (Foto: Globe Staff)

Remera blanca, un logo verde y letras del mismo color que arriba dicen Boston y abajo Celtics. Un niño y un sueño de conseguirlo todo, a como dé lugar. Corre para acá, corre para allá, no quiere parar. Tampoco nadie lo puede lograr. Transpira, parece humano, poco a poco los entrenadores van conociéndolo y empiezan a mirarlo como si de una serie atrapante en Netflix se tratase. Es Kobe Bryant y ese fue el preciso momento en el que se robó el show y se entregó a la grandeza. 

"Creo que este chico va a ser un gran jugador, pero esto puede terminar de cualquier manera, parece ser sólido, pero es un joven de secundaria, tenés que tomar una decisión basada en lo que necesitás hoy, aunque de igual forma sé que es un gran jugador". Palabras del mítico Red Auerbach, en ese entonces presidente de los Celtics. Le estaba hablando a ML Carr, el entrenador, vicepresidente ejecutivo y encargado de las operaciones de básquet del equipo en el momento.

Una pausa ocurrió luego. Red prendió su puro Hoyo de Monterrey (dicen que fumaba alrededor de seis al día) como siempre lo hacía después de una gran victoria y dictaminó sin dejarle lugar a una respuesta a su acompañante: "Está bien, ahora depende de vos tomar una decisión". 

Era una apuesta riesgosa. Solo Moses Malone y Darryl Dawkins habían dado el salto directo desde la secundaria en los 70 y tampoco era algo habitual en los 90, con solo Kevin Garnett animándose en 1995. Auerbach era un revolucionario y en su época reclutó al primer jugador afroamericano de la NBA, fue el primer coach en iniciar a cinco basquetbolistas de color y el pionero en contratar a un entrenador negro. Vivía de animarse a romper estigmas. 

Siete fueron los entrenamientos que tuvo Kobe ese verano con diferentes franquicias de la NBA. Uno de ellos se dio con los Celtics y la leyenda del equipo en los 80, Dennis Johnson, quien era asistente técnico del plantel, dirigió la práctica. Auerbach no estaba presenciándolo, pero rápidamente se arrepintió de no haber ido. 

"Te digo que hizo una exhibición de tiro de la misma manera que acariciaba la pelota. Fue increíble. Lo pusimos en muchas situaciones de recibir y lanzar y también en diferentes circuitos de traslado por el medio de la cancha. Lo dejamos probar un poco desde la línea de tres puntos. Pero fue un montón de intentos rápidos para ver si podía hacer eso, porque sabíamos que, en el siguiente nivel, tendría que conseguirlo velozmente contra mejores defensores que en la secundaria", contó Carr en una entrevista para ESPN.

"Pero lo consiguió con gran éxito", siguió el coach. "Si cerraba los ojos y pensaba un poco, podría haber imaginado que estaba viendo a Michael Jordan. Hizo todo bien, más que bien. Fue excepcional en todo lo que hizo", finalizó.

A pesar de aquella legendaria práctica las dudas continuaban. 

-¿Cómo vas a mejorar durante la temporada en caso de que entres y no estás listo? - preguntó Carr.

-Cuando sueño, sueño con básquet. Cuando me despierto, es lo que primero que hago, es una cosa que dura todo el día para mí y no va a parar - respondió Kobe para despejar la incertidumbre.

Además, Kobe conocía la NBA mejor que nadie, como si fueran ciudades en un mapa en el que estaba mirando y observando constantemente. También se sabía de memoria la historia de los Celtics, de lo que había conseguido Bill Russell y de los anillos de Larry Bird. Detalló algunos aspectos de cada uno de ellos, desglosó los fundamentos que los distinguían y se acordaba más detalles de esos años mejor que el mismísimo Auerbach. 

17 años, pero una madurez absoluta. La impresión continúa creciendo y los pensamientos negativos de la cúpula directiva desapareciendo. Kobe era un fanático de los Lakers desde que aprendió a quererlos observando las finales de los 80 gracias a los videos en VHS que le enviaban a Italia sus abuelos. Sin embargo, recitaba cual letanía los hitos verdes y parecía un hincha más del elenco de Boston.

33-49 había sido el récord de Boston en la temporada previa al Draft. ¡33-49! El sorteo de 1996 tenía que ser la salvación y Kobe podía ser el anfitrión. No era el único. Allen Iverson, Ray Allen, Antoine Walker y Stephon Marbury, entre otros, completaban el menú principal de una camada que prometía no decepcionar. 

Boston tenía el pick nueve, pero logró un acuerdo para conseguir el seis. ¿Se acuerdan de la gran práctica de Kobe? A pesar de su gran presentación, Carr tenía a alguien más en carpeta: el bueno de Walker. Venía de la universidad y parecía estar más listo que Bryant, era completo y podía hacer de todo en ataque. Era uno de los dos. 

El monólogo de Auerbach al comienzo de la historia suena como un Déjà vu y Carr finalmente tuvo la palabra final. La libertad de su decisión se tradujo en la elección de Antoine y los Celtics terminaron quedándose con el que pasó ocho temporadas en el equipo, bajo unos excelentes promedios de 20,6 puntos y 8,7 rebotes.

¿Y Kobe? Fue elegido en el pick 13 por los Hornets, pero traspasado inmediatamente a los Lakers a cambio de Vlade Divac.

 
Carr, en su momento, le había preguntado a Jerry West, gerente general de los angelinos en ese lustro, por Kobe, pero el directivo y exjugador negó todo tipo de interés por el escolta. Por supuesto que sabía quién era y estaba al tanto de su gigante potencial.

La apuesta resultó de la mejor manera para West y aquel pick se transformó eventualmente en cinco anillos, dos números retirados y un pasado que jamás será superado.

 
Su legado está intacto. 

La gloria eterna para Kobe asegurada.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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