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Ver jugar a Stephen Curry

16:39 15/12/2021 | El mejor tirador de todos los tiempos, el de los poemas en forma de triples, las risas y el arte del disfrute como palabra mayor y principal.

Ver jugar a Stephen Curry es como el primer amor, las mariposas en la panza, la espontaneidad de las risas, los temas sin fin y las conversaciones hasta la madrugada. El primer beso, las caricias y el descubrimiento de que hay algo más grande que vos.

Ver jugar a Stephen Curry es conocer el mar, sentir la brisa y que el viento te despeine, tomar un mate al atardecer y ponerte un buzo porque te dio frío. Jugar al tejo, estar con la familia, caminar sin tiempo, horarios, ni días solo para darte cuenta que te alejaste mucho y que la vuelta será casi eterna, pero vas a disfrutar cada paso de ella.

Ver jugar a Stephen Curry es un abrazo de tu vieja, una charla con tu hermano, las comidas en casa de la abuela, un asado con tus seres queridos o simplemente con tu círculo de amigos.

Echarte para atrás en cada juego, preguntarte a vos mismo cómo hizo eso. Reírte, levantarte al menos dos veces por cuarto, volver a reírte. Abrir bien los ojos y liberar endorfinas, verlo jugar es simplemente otra vitamina.

Verlo jugar es como hacerte un buen café, sentarte en el sillón y abrir un libro que hace mucho tenías ganas de leer. Estar en silencio, olerlo, apreciar la portada y empezar la primera página. Una aventura, miles de suposiciones y múltiples desenlaces. Jamás se puede saber lo que pasará.

Verlo jugar es sentirte un niño otra vez, imitar con una pelota imaginaria sus movimientos, pensar que podés hacerlos, seguir riéndote y preguntándote cómo lo hizo. Porque es imposible, pero no para él.

Tampoco para los niños y niñas que desean ser él. Les enseña que todo sí es posible, pero con práctica, sin descanso ni días libres. Entrenar, entrenar y entrenar, no hay por qué frenar.

Y esas son sus mayores enseñanzas, porque ver jugar a Stephen Curry es disfrutar, también aprender. Romper límites, pensar que todo puede pasar, viajar sin pasajes, imaginar sin caminar.

Ver jugar a Stephen Curry y la mente despejar. Todo puede ocurrir.

Solo hay que soñar. Y no se olviden de verlo jugar. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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