Historias

Selem Safar, entre lo dulce del partido ante México y el amargo sabor de Río

14:16 03/07/2022 | El escolta marplatense fue un héroe en la clasificación a los Juegos del 2016, pero luego se quedó afuera de la lista definitiva.

Selem Safar y sus recuerdos de selección (Foto: Getty)

Selem Safar es de esos jugadores especialistas en el tiro, utilizando muy bien las cortinas indirectas y listo para sacar el lanzamiento con una mecánica pulida. Esa forma de jugar sin balón la mejoró mucho con su llegada a Peñarol de la mano del Oveja Hernández y también para que este, junto a Julio Lamas, le dieran la posibilidad de jugar en la selección argentina en torneos de importancia.

En una charla en plena pandemia, Selem dio una entrevista para Sexto Hombre Podcast, conducido por Andrés Schimelman y Nico Fey, entablando una gran confianza como para que el ex San Lorenzo se suelte y cuente como vivió eso dos momentos importantes en su carrera.

Empezando por lo dulce, Selem se acuerda de cada segundo de ese partido icónico ante México en el DF, aquel duelo definitorio por el boleto a Río: “Me acuerdo que no había jugado bien ese partido en el primer tiempo y cuando entré en el segundo tiempo totalmente frío, recuerdo que Marcos (Mata) tenía para hacer un doble abajo del aro tranquilo y me la saca a mí, que no me la esperaba y la sacudí como venía de tres puntos, con la suerte de que la metí y me hicieron falta. A partir de ahí tomé tanta confianza que creo que si me la daban de mitad de cancha la tiraba igual”.

El contexto hostil ante un público que festejó enfrentarse a Argentina antes que a Canadá le daba al duelo ese marco de epopeya y el combustible exacto para que aflorara el corazón del seleccionado de básquet tan característico en estas instancias. La sensación de ganar con la celeste y blanca es distinta a todas para Safar: “Siempre me pasaba que era un experiencia que no la viví en otro lado. Tengo la suerte de haber ganado cuatro títulos de Liga, pero lo que se vive con la selección es totalmente diferente. Tengo el recuerdo de México, del festejo, de esa sensación de desahogo total porque realmente es un una presión que no la tenés ni en una final de liga. Sabes que está viendo todo un país y que están apoyándote”.

Lo clave de su participación en la clasificación, habiendo jugado un mundial, también siendo figura para el boleto a España 2014, lo ponían como un número puesto para Río, pero no se contó con la vuelta intempestiva de Carlos Delfino, el que cambió todo ese espectro para Selem:“Sin duda, no voy a mentir que sentí pena cuando quedé afuera de Río, no así después de los Juegos del 2016, donde sentía que si iba a haber un recambio importante y que sí se quería lograr lo que se logró en China por ejemplo, tenían que empezar a formar a esos jugadores que iban a ir al Mundial del 2019”.

Yendo más a lo profundo de su desafección del equipo de Río, explicó: “Lo de Río me quedó un poco de pena, más allá que obviamente nunca lo dije, son cosas que cuando pasan, las tenes que aceptar. Me dolió por el hecho de que yo veía que estaba bien, que estaba entrenando bien como para estar, pero  bueno mi lugar fue el que tomó Carlos Delfino, el cual yo lo sentí más que fue como un premio a todo lo que fue él en su carrera, a que realmente merecerlo en ese momento”

Luegó agregó:“Carlos no estaba bien físicamente, más allá de que es un tremendo jugador y nos dio muchísimas alegrías a la selección, más que muchos otros. Pero en ese momento lo sentí más un premio a lo que él había sido, a estar en ese equipo con Manu, Chapu y Luis, a decir ‘se lo merece, tiene que estar porque está bien físicamente’. Bueno, después cuando vi el torneo me di cuenta que tenía un poco de razón. Me quedó esa espina de haber podido estar en un Juego Olímpico, pero con la tranquilidad de haber dejado todo; y si no se dio, no se dio y había que aceptarlo”

Con mucha altura, Safar recordó sus momentos icónicos en la selección y desarrolló su no convocatoria final para jugar en Río, una espina para su carrera, pero aceptando que quien ocupó su lugar no es ni más ni menos que un integrante de la Generación Dorada. Aquella salida en un equipo bajó el mando de Oveja Hernández, uno de los técnicos importante de su carrera, no modificó en absoluto su relación con el coach bahiense: “No lo hablé nunca con Sergio y para nada cambió mi relación que tengo con él”.

Torneos e historias, partidos y experiencias, tiros que van adentro y otros que no, así se construyen las carreras con los buenos y malos momentos. Selem Safar podrá tener la pena de no haber jugado un Juego Olímpico, pero su tremendo partido en México está en la memoria de cualquier argentino basquetbolero y eso es un halago mayúsculo, el cual puede atesorar y contar para la posteridad que jugó con el Chapu, con Luis y que Manu estaba en la tribuna mientras que de su mano zurda, Argentina ganaba ante veinte mil mexicanos.

Mauro Osores / [email protected]

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