NBA

A 40 años del debut NBA de dos jugadores que cambiaron todo: Magic y Larry

15:17 12/10/2019 | El base y el alero fueron dos revolucionarios para la época y se anticiparon al show business que se completaría unos años más tarde con el aterrizaje de Michael Jordan.

Larry Bird y Magic Johnson

El 12 de octubre de 1979 no fue particularmente especial en el mundo, más allá del repetido aniversario del denominado descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón. Sin embargo, con el tiempo, para el básquetbol norteamericano, y mundial, sería un día en el que comenzaría algo nuevo. Ese viernes 12, en Los Ángeles y en Boston, debutarían en la NBA dos tipos que haría de la Liga otro torneo de ahí en adelante: Magic Johnson y Larry Bird. 

Ambos venían de protagonizar un duelo fantástico en la NCAA con sus respectivas universidades (Michigan State Magic, Indiana State Bird), y formaban la imagen ideal para generar un confrontamiento perfecto: uno rubio y el otro negro, uno callado y el otro carismático, uno efectivo y el otro showman, uno de Boston y el otro de los Lakers. Ni el mejor marketinero del planeta podría haberlo planificado mejor. Y así funcionó durante más de una década. 

Si bien la relación personal entre ellos fue siempre buena, la época era más favorable a los duelos, y la NBA los necesitaba, porque si bien era sin dudas la mejor competencia del planeta, venía de varios años en donde se repartían los títulos equipos sin mucha estirpe ni consistencia: Milwaukee, Portland, Golden State, Washington, Seattle. En el medio, Boston y Lakers también habían ganado alguno, pero ya no eran los planteles con la simbología de años pasados, con Bill Russell, Jerry West y Wilt Chamberlain como las enormes estrellas de la Liga. De hecho, económicamente, la NBA no era una gran estructura, en parte porque la ABA le sacaba una parte del negocio. Justamente, la ABA se había desarmado luego de la temporada 1975/76 y sumado algunos nombres que habían empezado a darle lustre, como Julius Erving, más conocido como el Doctor J. Pero faltaba algo, y Johnson y Bird se lo dieron.

Ese algo fue, en parte, retomar esa feroz competitividad entre Boston y Lakers, las dos franquicias más ganadoras de la historia, con el agregado del atractivo que generaba Magic Johnson. Nunca se había visto un base de 2.06 con su talento, alegría, sonrisa y carisma. Era el combo del jugador moderno, varias décadas antes de que se popularizara. Bird se le complementaba justo, porque era su cara opuesta pero que, al mismo tiempo, le permitía a ambos sobresalir. 

La llegade de ambos para la temporada 1979/80 hizo que se produjera su debut el mismo día: 12 de octubre de 1979. Magic lo hizo en Los Angeles, frente a San Diego Clippers (allí residía la actual franquicia angelina), con el Forum de Los Ángeles (ese era el estadio), a pleno (17.505 espectadores), que estallaron cuando vieron al joven de 20 años meter 26 puntos, tomar 8 rebotes y dar 4 asistencias en su estreno, que culminó con victoria 103-102. Magic jugó ese día 41 minutos. 

Muy lejos de allí, en la otra punta, en Boston, con el Garden (ya no existe) también a full (15.320 personas), los Celtics vencían 114-108 a Houston Rockets tras una temporada (78/79), que había sido la peor en 30 años. El rubio de rulos que entusiasmaba a los hinchas locales, Larry Bird, terminaría el juego con 14 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, demostrando desde el primer día que lo suyo era menos pomposo pero igualmente efectivo: ayudar un poco en todo. 

Con el tiempo, Magic Johnson ganó 5 anillos de la NBA (1979/80, 1981/82, 1984/85, 1986/87 y 1987/88) y Bird, 3 (1980/81, 1983/84 y 1985/86). Ambos escalaron hasta ser los más representativos de las dos franquicias más importantes de la historia. Magic tuvo que retirarse tras la temporada 1990/91 (finalista ante los Bulls de Jordan), por enterarse de ser HIV positivo (volvió en 1995/96 pero ya no era el mismo), mientras que Bird dejó en 1991/92 tras batallar años con los dolores de espalda. 

En esa misma campaña del debut de ambos en 1979/80, pero ya en 1980, fue elevado al cargo de vicepresidente ejecutivo de la NBA un abogado ambicioso que venía asesorando a la liga desde 14 años antes, llamado David Stern. Cuatro años más tarde, en 1984, Stern pasaría a ser el comisionado de la NBA y en el draft, Chicago Bulls seleccionaría con el número 3 a Micharl Jordan. La tormenta perfecta. Lo que vino después ya lo sabemos todos.

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus 

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