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La temporada 2025 de la NBA quedará marcada por la fe inquebrantable y la capacidad de resurrección de los Indiana Pacers. Si en algún lugar del planeta el milagro se hizo rutina, fue en Indianápolis. Los dirigidos por Rick Carlisle han convertido la remontada en su marca registrada, acumulando ya cuatro victorias imposibles en estos playoffs, la última de ellas en el primer partido de las Finales frente a Oklahoma City Thunder.

El último milagro: Oklahoma City, Game 1 de las Finales
En la noche en que todo parecía perdido, Indiana volvió a desafiar la lógica. Los Pacers iban 15 puntos abajo (94-79) a falta de 9:42 en el último cuarto, pero no dejaron de creer. Con una defensa asfixiante y triples de Turner, Nembhard y Toppin, recortaron la diferencia hasta que, con apenas 0.3 segundos en el reloj, Tyrese Haliburton anotó el tiro ganador, firmando la única ventaja del equipo en todo el partido y sellando el 111-110 final. El dato de las derrotas a equipos que iban perdiendo por 9 o más a 3 minutos del final, antes de este triunfo, era debastador 0-182.

Milwaukee: El primer aviso, Game 5 de primera ronda
La primera señal de que algo especial estaba ocurriendo llegó el 29 de abril, en el quinto partido ante los Bucks. Indiana perdía 118-111 a falta de 34,6 segundos del final de la prórroga. Haliburton, otra vez héroe, lideró una secuencia milagrosa que terminó con un 119-118 y la clasificación a semifinales. Los Pacers ganaron la serie 4-1, dejando claro que nunca hay que darles por muertos.

Cleveland: Resiliencia en estado puro, Game 2 de semifinales
El 6 de mayo, en Cleveland, los Pacers estaban 14 puntos abajo en el tercer cuarto y seguían siete por detrás con 48 segundos por jugar (119-112). Haliburton, jugando lesionado, anotó la canasta ganadora a 1,1 segundos del final para el 120-119 definitivo. Indiana se marchó de Ohio con una ventaja de 2-0 que resultaría decisiva.

New York: Historia en el Madison, Game 1 de las Finales del Este
En el mítico Madison Square Garden, Indiana perdía por 14 puntos a menos de tres minutos del final, una situación que ningún equipo había revertido en 970 partidos de playoffs en 27 años6. Con 51 segundos por jugar, el marcador era 121-112 para los Knicks. Pero los Pacers, con una ráfaga de triples de Nesmith y una canasta salvadora de Haliburton, forzaron la prórroga y terminaron ganando 138-135.

Un hábito, no un milagro
Lejos de ser una casualidad, la resiliencia de Indiana se ha convertido en una costumbre. Nadie en la historia reciente había remontado tantas veces desventajas tan abultadas en una sola postemporada. "Este grupo nunca da por perdido un partido hasta que el reloj marca cero", repite Haliburton, el hombre de hielo que ha decidido cuatro partidos en los últimos segundos.