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Un trámite. Así se podría definir la nueva victoria de San Antonio, este viernes ante unos débiles Boston Celtics y por un claro 101-89. Los Spurs dieron cátedra, golearon y en tan solo poco más de media hora de partido definieron el choque. Sobre el final regularon y bajaron el ritmo, lo que produjo que Boston maquille un resultado que solamente tuvo un dominador.

En los texanos no jugó Manu Ginóbili, afuera por tercer partido consecutivo a causa de un esguince en el tobillo derecho, aunque el equipo no lo extrañó y logró tener actuaciones sobresalientes en su cinco inicial: Leonard (goleador con 22 unidades y 7 rebotes), Splitter (18 puntos y 6 rebotes), Parker (15 tantos y 7 asistencias), Green (10 puntos y 8 rebotes) y Duncan (10 tantos y 6 recobres).

Ya el inicio del partido mostró la supremacía del equipo de Popovich. Con Leonard comandando la ofensiva, pero sobre todo con un juego de lo más colectivo donde se sumaron Splitter y Duncan, San Antonio se disparó a la primera diferencia en el score por 19-4 en seis minutos. Una defensa férrea, sin grietas y ante unos Celtics con pocas ideas, terminó inclinando la balanza a favor del local. Boston destrabó levemente su ofensiva en las siguientes posesiones, pero San Antonio siguió manejando a placer y cerró el primer capítulo con un claro 32-19.

Los Celtics estuvieron lejos de ofrecer resistencia y no fue algo sorpresivo dado el muy joven plantel que tiene el elenco de Brad Stevens. Si Boston pensaba remontar el partido el mejor y hasta único momento de asustar era en el arranque del segundo capítulo, pero nada de eso ocurrió y Mills se encargó de comandar la ofensiva de San Antonio hasta un 44-27 promediando el parcial. Bass y Smart quisieron recuperar terreno en el cierre del parcial, pero el tridente Parker-Green-Splitter se encargó de que eso no suceda: 56-42 y una sobria ventaja al entrar a los vestuarios.

La diferencia no era irremontable pero el trámite del partido y la superioridad en cuanto al juego demostraron algo totalmente diferente. El juego colectivo de San Antonio siguió funcionando en gran esplendor, Boston no pudo reflotar el juego y la brecha nunca bajó del doble dígito (67-52). Llegó entonces el momento on fire de Leonard, con 13 puntos al hilo y unos Spurs que se distanciaron a 80-58 a falta de tres minutos. Poco cambió y el equipo de Pop cerró el tercer parcial 84-63 arriba, una ventaja mayor a los veinte tantos.

En el periodo final y con el partido ya definido, los Celtics recortaron distancias ante unos texanos que bajaron su ritmo. Pop movió fichas en el banco, mandó relevos al parquet y Turner empezó a tener más libertades para lastimar, limando diferencias para Boston. De todas formas no hubo vuelta atrás y poco a poco los Spurs se encaminaron a un claro triunfo por 101-89 que permite el segundo éxito en fila para los últimos campeones de la NBA.