Liga Nacional

Esteban De la Fuente, el todoterreno de la Liga Nacional

20:52 14/07/2020 | Fue un alero que siempre se caracterizó por su garra. Campeón del certamen en dos ocasiones. Una leyenda viviente del básquet argentino.

De La Fuente hizo historia

Esteban. El Cabezón. De La Fuente. Sí, entre nombre, apodo y apellido hay que poner puntos. Tiene que haber pausas para reflexionar y recordar a uno de los mejores aleros de todos los tiempos en la Liga Nacional de Básquet. Primera generación de los potros desbocados, era un toro que sólo veía rojo en el rectángulo de juego. Sacrificio, actitud, liderazgo y capacidad ganadora. Atributos y deseo, la mejor combinación.  

Jugó hasta que su cuerpo dejó de transpirar. Se puso los cortos hasta que las arrugas invadieron su cara. Vivió tres décadas picando la naranja. Se retiró a lo grande, dejando todo. Ganó campeonatos, logró marcas históricas y se vació en el intento. Esteban De la Fuente, una leyenda viviente, un estatuto presente.  

Fue campeón de la Liga Nacional con Peñarol (1993/94) y con Independiente de Pico (1994/95), en dos temporadas consecutivas que dominó de principio a fin, logrando el título y el premio al MVP en ambas finales. A lo largo de su carrera doméstica promedió 13.6 puntos, pero en aquellas dos campañas esas cifras se elevaron a 17.1 en la primera y a 21.0 en la segunda.  

En su etapa como jugador del torneo nacional el exjugador totalizó 10216 puntos, 3286 rebotes, 1327 asistencias, 993 robos y 148 tapas en 753 partidos y 22801 minutos. Defendió los colores de River, Estudiantes de Concordia, Independiente de Neuquén (2 etapas), Quilmes de Mar del Plata (3 etapas), Peñarol de Mar del Plata, Independiente de General Pico y Boca, logrando dejar un grato recuerdo en sus 18 temporadas en el máximo nivel.  

Pero eso no es todo. Es el único de la historia del certamen en lograr dos triple-dobles, en el 97 con 21 puntos, 10 rebotes y 10 robos, y en el 98 con 16 tantos, 12 tableros y 13 asistencias, nuevamente en dos años en fila. También jugó en el seleccionado argentino y consiguió el Torneo de las Américas de Neuquén y los Panamericanos en Mar del Plata (ambos en 1995).  

El señor de las tres décadas, la camioneta que andaba por cualquier terreno. Obrero de las mejores construcciones, fue una Mamushka que vivió en distintas posiciones, adelantado a un tiempo en el que se veía todo encajonado. Esteban. El Cabezón. De La Fuente. Un intervalo para pensarlo. La vida para conmemorarlo.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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