NBA

Kobe Bryant, el mayor defensor del básquet FIBA

10:22 23/08/2020 | La leyenda de los Lakers siempre elogió a las figuras internacionales, a pesar de que la competencia estadounidense solía y suele menospreciarlas.

Kobe y Scola en el Mundial de China 2019. (Foto: FIBA)

Quizás haya sido por vivir gran parte de su infancia en Italia y palpar desde muy pequeño lo que el deporte significaba para otros países. Quizás, por su enorme curiosidad y lo que esta le obligaba a hacer en pos de convertirse en un mejor jugador. Quizás fue, simplemente, porque era uno más que disfrutaba del buen juego en todos sus espectros. Lo cierto es que, durante toda su vida, Kobe Bryant fue uno de los más grandes defensores del básquet FIBA, aun cuando en la NBA se mostraban reticentes a darle espacio a las figuras del resto del mundo.

El exescolta llegó a la liga estadounidense en 1996, una época en la que comenzaban a quebrarse las barreras que le impedían a los internacionales pisar con firmeza. Dirk Nowitzki, Manu Ginóbili, Tony Parker, Pau Gasol y algunos otros fueron capaces de hacerse un nombre en la competición y demostrar que no habían llegado por casualidad. Era algo que la Mamba Negra siempre supo. Con el argentino, por ejemplo, jamás salió del asombro. Desde su primer cruce en 2002, elogió el nivel de competitividad que exhibía cada noche. Ya en 2019, con ambos retirados y como espectadores de lujo del Mundial de China 2019, fue un poco más allá: "Si no fuera por Manu, yo hubiese ganado diez campeonatos".

Pero Bryant no se quedaba en el presente, ni respetaba únicamente a aquellos que brillaban en los Estados Unidos. También destacaba a los que, por diferentes razones, no habían puesto un pie en suelo norteamericano para jugar con alguna franquicia. De Oscar Schmidt, legendario anotador brasileño que ostenta el récord de más puntos en la historia del básquet con 49,737 y dominaba el torneo de Italia cuando él era pequeño, llegó a decir que fue "Larry Bird antes de que conociera a Larry Bird". 

Luego, en una conferencia de prensa de la mencionada Copa del Mundo que lo tuvo como embajador, dejó en claro que varias figuras no están en la NBA por elección propia: "Tenemos que entender que muchos de estos jugadores deciden quedarse lugares como Europa porque están cómodos allí. Eso no dice que no tengan el talento o el nivel para jugar en la liga".

"No se trata de que el resto del mundo se ponga al día con Estados Unidos, es que el resto del mundo ha estado al día durante bastante tiempo", fue otra de las tantas frases que lanzó esa noche luego de que muchos se sorprendieran con la eliminación del Team USA en cuartos de final. Y agregó: "Aunque pongan a los mejores jugadores estadounidenses en cancha, incluso así tendremos desafíos. No va a ser pan comido". Bryant lo entendió así desde su etapa como deportista activo, cuando lideró al Reedem Team hacia la recuperación del oro en los Juegos Olímpicos de 2008 tras haber caído en la edición de Atenas 2004 y en los Mundiales de Indianápolis 2002 y Japón 2006.

En 2017, Kobe le planteó a Giannis Antetokounmpo el desafío de ser el MVP. Dos años más tarde, el griego cumplió esa especie de profesía. Días antes de su muerte, se tomó el tiempo de cruzar palabras con Luka Doncic y de aclarar que le hubiese gustado tener a Dimitris Diamantidis en los Lakers. Hablaba inglés, español e italiano, practicaba trash-talk en esloveno y diferentes lenguas. Pero, por sobre todas las cosas, Kobe dominaba el idioma del básquet. Ese que no conoce de fronteras y que se puede escuchar tanto en el Staples Center como en una plaza de la Argentina.

Leandro Carranza | [email protected]
En Twitter: @basquetplus | En Twitter: @leocarranza99

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