Liga Nacional

Los fundamentos más significativos en la historia de la Liga Nacional

21:38 23/06/2020 | Desde Walter Herrmann hasta Héctor Campana y Marcelo Milanesio, un recuerdo de los movimientos más bellos y estéticos de la historia de la LNB.

Herrmann, Rodríguez, Espil, Campana, Wilson y Gutiérrez

La Liga Nacional vio pasar múltiples talentos, criados y forjados a fuego en el torneo vernáculo del país. Bases, escoltas, aleros, ala pivotes y pivotes nacieron, crecieron y maduraron en el certamen doméstico, aprendiendo a los golpes y logrando vastos hitos en el intento por conseguir la gloria eterna.  

En medio de todo eso diferentes figuras dejaron gratos recuerdos, compuestos por campeonatos, marcas épicas y récords de todo tipo. Héctor Campana, Marcelo Milanesio, Walter Herrmann y compañía se metieron en la historia grande del país gracias a su capacidad creativa, la cual se intentará analizar en este artículo. ¿Cómo? Reconociendo los fundamentos más significativos en la historia de la Liga Nacional.  

-La flotadora de Adrián Boccia: hace muchos años que el alero de Boca Juniors viene utilizando este recurso. Es su fundamento insignia, tan usual como indefendible, al menos para todos aquellos que intenten detenerlo. Es su propia versión de la bombita de Juan Carlos Navarro y Tony Parker, siempre con su mano derecha y preferentemente luego de hacer un par de piques con su izquierda.  

-El snake drible de José Vildoza: el base de San Lorenzo es muy joven para estar en esta lista, eso es cierto. Sin embargo, nada quita de foco que es el mejor utilizando el recurso de la víbora, un fundamento muy utilizado en el básquet actual. Siempre se da luego de un pick and roll directo, en el que el armador invade la zona media para decidir si lanzar, penetrar o descargar el balón hacia uno de los tiradores.  

-Los pases de faja de Matías Sandes: desde el poste bajo el interno de Boca viene siendo uno de los jugadores más destacados para ver, aprender y disfrutar. Su visión de cancha y su talento le permiten imaginar acciones en su mente para luego desarrollarlas a través de su espectacular capacidad para encontrar a sus compañeros en diferentes puntos del rectángulo de juego. Dentro de todo ese repertorio, sus asistencias de faja siempre se llevan el primer premio.  

-La salida a tirar tras cortina de Paolo Quinteros: el escolta de Regatas lleva mucho tiempo en esto. Lo hace mejor que nadie y se labró una carrera que palió falta de altura con eficiencia y repetición a base de arduos entrenamientos. Una de sus armas más destacadas, encuadrando bien el cuerpo y lanzando sin mayor esfuerzo, siempre pegado al compañero que puso la cortina.  

-El step-back de Dar Tucker: siguiendo con los jugadores actuales hay que hablar del escolta de San Lorenzo, quien en los últimos años se convirtió en uno de los extranjeros más sólidos de la competencia. Su fundamento insignia es el step-back, especialmente en los momentos calientes del juego, adonde da un paso adelante y luego vuelve a sus orígenes para generar espacio y una distancia acorde que le permita tomar cómodos tiros sin mucha oposición.  

-La mecánica de tiro de Javier Martínez: tan exótica como efectiva. Un consejo dicho por él mismo, como si de un video de alto riesgo se tratase: no intenten esto en casa. El paraguayo que se convirtió en correntino por adopción logró dominar su lanzamiento de tres a partir de una mecánica poco habitual. A pie firme, tras cortinas directas o en el poste bajo/medio, el base liquidaba a su antojo desde la tercera dimensión.  

-El triple lejano de Leo Gutiérrez: los pies casi unidos, un poco agachado, esperando el pase y recibiéndolo para liquidar sin dudar. Fue uno de los primeros ala pivotes tiradores, con rango indefinido desde la línea de tres puntos. Su lanzamiento era mortífero, especialmente desde el eje y los codos. Hasta la actualidad posee el récord de triples de la Liga Nacional y se mantiene como una de las mayores leyendas del básquet argentino.  

-La flotadora de los cielos de Juan Espil: si alguien no recuerda su acción ante Michael Jordan cuando Argentina se enfrentaba a Estados Unidos es nodal que abra YouTube y se ponga ya a verlo. No era el que más saltaba, ni el más atlético, pero tenía una técnica envidiable. Tirador innato, su mayor recurso aparte de su lanzamiento era este flotadora indetectable que ni el propio 23 pudo bloquear.  

-El jump-shot/fadeaway de Byron Wilson: lo suyo fue de exportación, aprendido de Michael Jordan, quien utilizaba el mismo lanzamiento. Asentado en el poste medio se deshacía de su marca con un giro para uno de sus lados, anotando con frecuencia y demostrando que nadie podía frenarlo.  

-Los pases de Marcelo Milanesio: al igual que Sandes, el cordobés tenía una capacidad única para asistir a sus compañeros. Pero, obviamente, elegir uno de ellos sería imposible. Por esta razón desde Básquet Plus preferimos destacar todos sus pases, desde aquellas por la espalda hasta los de bolsillo o de aro a aro. Uno de los mejores de la historia, en eso, sin dudas, no hay discusión.  

-Bandejas pasadas de Héctor Campana: al lado de Milanesio no podía no estar Pichi Campana. Uno de sus movimientos más majestuosos era su bandeja pasada, que engañaba a todos. Primero parecía que definiría por un lado y luego se estiraba para liquidar por el otro. Un fundamento digno de una clase de yoga, del anotador más empedernido de la Liga Nacional.  

-Bandejas y volcadas con una mano de Walter Herrmann: todo aquel que haya tenido el placer de ver una de estas acciones en vivo y en directo seguramente quedó petrificado. Otro fundamento digno de una clase yoga, extraído de los libros de Julius Erving y George Gervin. Sus manos son inmensas y siempre agarró la pelota de básquet como si fuera una de tenis. Esto le permitió aplicar este movimiento que siempre estuvo reservado para unos pocos que fueron tocados por la varita.  

-La volcada tras hacer rebotar la pelota en el tablero de Julio Rodríguez: lo de este atleta era una cosa del otro mundo y así lo demostró en aquel partido en el que se ayudó con el acrílico para protagonizar una de las mejores volcadas de todos los tiempos. Lamentablemente sólo la pudo hacer una vez, pero eso le agrega un condimento especial.  

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
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