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El primer enfrentamiento de la ronda inicial de playoffs entre Dallas Mavericks y Los Ángeles Clippers fue histórico para Luka Doncic. Si bien su equipo cayó por 118-110 en un desarrollo que estuvo marcado por la polémica expulsión de Kristaps Porzingis, el esloveno se metió de lleno en las páginas doradas del libro de la NBA por su producción individual.

Con 42 puntos, estableció un nuevo récord de anotación para un debutante en la postemporada: superó lo realizado por George Mikan en 1949, cuando fue capaz de marcar 37 tantos. Desde la fusión con la ABA, apenas Derrick Rose había sido capaz de acercarse a esa cifra al sumar 36 en 2009. Además, Doncic se transformó en el jugador de su franquicia con más puntos en un juego de esta instancia desde que Dirk Nowitzki se posara en la barrera de los 40 en 2011.

Apenas Magic Johnson y LeBron James han logrado alcanzar esa cifra a una edad más temprana. Pero, a la hora de hablar del impacto que el europeo tiene en el funcionamiento de los Mavericks, es necesario focalizarse en sus otros registros estadísticos: a eso le añadió 9 asistencias, 7 rebotes y 3 robos. Los porcentajes de acierto del exmiembro del Real Madrid fueron del 61,9% en tiros de campo, del 33,3% en triples y del 93,5% en libres.

El punto más débil de su rendimiento está estrictamente relacionado con los problemas que tuvo para manejar la ofensiva en ciertos momentos del encuentro. Con la presión defensiva focalizada en él, Doncic perdió 11 balones y estuvo muy cerca de empatar el récord de más pérdidas en un partido de playoffs: este es propiedad de James Harden, quien sufrió 13 ante los Golden State Warriors en 2015.