NBA

Tim Duncan, el mejor compañero... y rival

10:14 04/08/2020 | En un enfrentamiento entre Washington y San Antonio, el ala pivote le dio un consejo para mejorar el tiro a uno de sus contrincantes.

Foto: Getty Images

Durante su carrera, Tim Duncan se destacó como uno de los jugadores más dominantes y competitivos que tuvo la NBA. Fue campeón de la liga en cinco ocasiones, ganó dos veces el premio al MVP de la temporada, lo nombraron MVP Finals en tres oportunidades y recolectó una serie de reconocimientos individuales que lo convirtieron en una superestrella. Sin embargo, nada de eso le impidió ser un líder respetuoso y gentil. Un atleta generoso y didáctico, incluso con sus rivales.

Hace cinco años, un jugador hizó pública una historia que define a la perfección la calidad humana del exmiembro de los San Antonio Spurs. Se trata de Etan Thomas, quien enfrentó al ala pivote varias veces durante su estadía de nueve campañas en la competencia. En un cruce entre la franquicia dirigida por Gregg Popovich y los Washington Wizards, el interno vivió un momento único: "Me pasaron la pelota al poste bajo. Hice un movimiento y giré para lanzar un gancho, pero Duncan lo bloqueó. Mientras corríamos para el otro lado de la cancha, me dijo: 'Ese fue un buen movimiento, pero debes meterte más sobre mi cuerpo. Así sacarás la falta o, al menos, yo no podré tapar el lanzamiento."

Thomas se quedó atónito. No sabía si Duncan, uno de los mayores retos para cualquier atleta de la competición, estaba burlándose de él o simplemente quería ayudarlo. La respuesta llegó apenas unos minutos después."Un par de jugadas más tarde hice el mismo movimiento, pero más sobre su cuerpo. No pudo bloquearlo. Erré el tiro, pero me miró y me dijo que había estado mucho mejor y siguió jugando", confesó el pivote.

La NBA está plagada de relatos de deportistas competitivos, listos para destrozar a sus pares tanto deportiva como mentalmente. En los partidos, todos intentan sacar ventaja de la más mínima situación. Duncan, quizás el jugador más determinante y exitoso de su época, no necesitaba de nada de eso para ser una garantía dentro de la cancha. Y, de a ratos, también se daba el gusto de ayudar a los demás sin importar el color de la camiseta.

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