NBA

Carlos Delfino y una volcada memorable ante Kevin Durant

17:53 29/04/2023 | Se cumplen diez años de la acción inolvidable y una de las mejores de la historia de los argentinos en la NBA y que fue el comienzo de una lesión que lo obligó a siete operaciones.

Delfino y una volcada inolvidable (Getty)

Carlos Delfino siempre fue definido por su enorme talento natural para jugar. Y eso lo llevó a la NBA, y en 2013 dio una de las muestras de cuánto era capaz de hacer con una pelota en la mano.

El Lancha jugaba en Houston cuando enfrentaban a Oklahoma City, aquel que tenía a Russell Westbrook y al antagonista de esta historia, Kevin Durant, que sin dudas ya era una estrella en la NBA. Y semanas antes había sentido molestias en su pie el argentino.

“Faltaban unas semanas para terminar la fase regular cuando sentí un dolor en el empeine del pie. Me hicieron un estudio que dio que tenía una línea de pelo, lo que marcaba que podía estar por quebrarse. Me pararon 15 días, volví, me sentí mejor y ahí me infiltraron para jugar la serie con Oklahoma” contó en Infobae.

El juego 4 en el Toyota Center marcaba que faltaban exactamente 3.23 del tercer cuarto y los locales vencían por 82 a 75 cuando comenzó la acción memorable. Kevin Martin intentó el uno contra uno ante Delfino, que puso toda su visión para robar el balón con la derecha y salir solo de contragolpe.

El giro de su vista apenar levantó velocidad tuvo a Kevin Durant a su misma altura, pero poco importó. Encaró con fuerza al aro y superó el salto de un KD desesperado por llegar, pero todo terminó en una volcada memorable en su cara y una falta.

Pero ahí terminó todo para Lancha: “Ahí sentí que algo se había roto. Tiré el libre de la falta y salí. Para el partido siguiente no podía caminar con zapatos, intenté jugar y sólo aguanté tres minutos. Cuando salí sabía que estaba roto”.

De allí comenzó un durísimo periplo de siete operaciones en su pie y una vuelta que ahora lo tiene disfrutando en una cancha de básquet. Pesaro es su casa actual y todo el esfuerzo tuvo su recompensa con el regreso a la Selección argentina. La naranja lo necesitaba y el Lancha a ella, y ninguno de los dos defraudó.

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