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Luego de años de lesiones y altibajos, Derrick Rose poco a poco volvió a sentirse importante en la NBA. Su paso por Minnesota Timberwolves y luego por Detroit Pistons fueron los puntapies iniciales para este momento, que lo tiene como parte importante del andamiaje de unos New York Knicks que han vuelto a ser protagonistas en la NBA.

Con 12.5 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias por juego, el base de 33 años es el cuarto goleador y tercer rebotero del conjunto de Thibodeau. En este contexto, se lo ve jugando mucho más suelto que en temporadas anteriores, cuando las lesiones le hicieron cambiar su forma de juego.

“Actualmente juego con alegría. No es felicidad, es alegría. Pasé por muchas cosas y ahora me siento muy bien. Estoy en un equipo con mucho talento, mi rol no es meter 30 puntos todos los partidos. No tengo esa carga, salgo a jugar y trato de influir en el partido, dando pases y acelerando el ritmo. Así que me siento muy bien” comentó el exChicago Bulls.

Además, diferenció lo que es la felicidad y la alegría: “Siento que la felicidad es pasajera y la alegría es interminable”. Un síntoma más de que Derrick Rose ha vuelto a sus mejores momentos. Quizás no sea tan explosivo como antes ni tan lujoso, pero el poder jugar regularmente al básquet ya es una gran noticia para la NBA y para el básquet en general.